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Messi 10 llega a Buenos Aires: Cómo se creó, cuál fue la participación del capitán argentino y por qué ahora se canta «Muchachos»

El próximo 5 de octubre, finalmente, se producirá en Buenos Aires el esperado estreno de Messi10, el nuevo espectáculo del Cirque du Soleil, que tiene como eje central la figura (y la vida) de Lionel Messi.

Esta es la historia de un encuentro de fútbol, sí. Pero de esos que no se ven en el césped de un estadio ni se televisan. De los que se juegan puertas adentro y sin que el público se entere. Es la aventura extraordinaria de un grupo de personas que cree en los milagros, corriendo no ya detrás de una pelota, sino detrás de un sueño con ribetes casi imposibles.

El show, armado en conjunción entre la empresa de entretenimientos canadiense (considerada la mayor productora circense del mundo) y la empresa argentina de espectáculos PopArt, se presentará por espacio de tres meses en el escenario del Complejo al Río, en Vicente López.

Messi10 es una conjunción de tecnología avanzada, magia digital y habilidades humanas al borde de lo imposible. Un elenco de 37 artistas de 15 países, asistidos por un batallón de técnicos especializados, dan rienda suelta durante una hora y media al espectáculo visual y auditivo más fascinante que nunca antes se haya montado alrededor del fútbol.

El Cirque du Soleil jamás le había dedicado un espectáculo entero (y además itinerante) a este deporte que fue inventado por los griegos en el año 400 AC o por los chinos en el siglo III AC (perdón, no hay unanimidad al respecto), pero que sin dudas fue reinventado por los británicos a mediados del 1800.

Más aún: nunca en toda la historia del Cirque (que comenzó en 1984), éste había enfocado su lupa sobre un jugador en especial. Pero claro que, tratándose de Lionel Messi, bueno, él sí que es especial. El hombre al que le asisten sobrados méritos para ser honrado como lo que en verdad es: un artista de la pelota, íntegro, exquisito y original.

Los orígenes del espectáculo

Una imagen de Una imagen de «Messi10». Lo que más costó fue enseñarle a los artistas del Cirque du Soleil a hacer jueguito con la pelota. Foto: Maxi OviedoTodo comenzó en 2017. Cuando los canadienses descubrieron la pasión que le ponía el público argentino a los shows de Soda Stereo: Sép7imo Día, con entradas agotadas durante todas sus funciones en el Luna Park, comenzaron a pensar que hacer un show similar en honor a Leo podía ser una buena idea y, además, con alcance global.

El proyecto Messi10 siguió tomando forma cuando los de PopArt vieron el show Michael Jackson: One, que el Cirque había montado en Las Vegas. Pero no contaban con un pequeño detalle: que los canadienses no querían bajo ningún modo dedicarle un espectáculo a cualquier ídolo que aún estuviera vivo. Conceptos, vaya uno a saber.

La maquinaria comenzó a moverse y, en primera instancia, por el lado de la familia Messi.

A través de Afo Verde (CEO de la compañía discográfica Sony Music para toda la región), Jorge Messi, papá de Leo y su representante personal, fue contactado para que concurriera a presenciar uno de los últimos shows de Sép7imo Día. Fue luego de eso que le enviaron la propuesta concreta. Y le gustó. Le pareció algo que podía estar a la altura de la fama deportiva de su hijo.

Los directivos del Cirque fueron concretos en su visión del asunto: “Si a los Messi les entusiasma, entonces a nosotros también”. Sólo que, como buenos canadienses, preferían el hockey sobre hielo a cualquier encuentro de soccer. O sea que de fútbol entendían poco y nada. Y este fue otro de los obstáculos a eliminar.

En En «Messi10», hay un elenco de 37 artistas de 15 países. Foto: Maxi Oviedo.Para ello, la empresa argentina, con muy buena estrategia, los invitó a un partido del Barcelona contra Real Madrid, nada menos que en el Camp Nou.

Aquel partido terminó con un amarrete 1 a 1 gracias a Neymar y no mostró al rosarino en todo su potencial. Pero el público… Eso era otra cosa. Era fiesta. Y la calle, vestida de bote a bote con camisetas azulgranas y el número 10 en la espalda. Los cirqueros, empresarios al cabo, sucumbieron ante el embate avasallador de la Messimanía.

Dijeron que sí. Había que hacerlo.

¿Y si todo sale mal?

Para liderar el proyecto, el Cirque eligió a un director de origen asiático, Mukhtar O. S. Mukhtar, coreógrafo y bailarín que había pasado gran parte de su vida en Londres, con lo cual sabía algo de fútbol.

Lo primero que hicieron fue llevar a la familia Messi a los cuarteles generales del Cirque du Soleil en Montreal. Asistieron todos menos Leo, que tenía varios compromisos por delante. Y allí dio comienzo la parte creativa.

Sergio Lavié, o Checha para sus amigos, es uno de los socios fundadores de PopArt, junto con Roberto Costa y Betina Canalis. Él se encarga de la producción y de las ventas corporativas y, muy futbolero, fue quien estuvo al frente del proyecto Messi10 por la parte local.

Imaginó que tendría por delante varios frentes de batalla, necesarios e inevitables para poder cristalizar la idea como la imaginaban. Pero el destino sumó muchos más.

“Una de las primeras trabas fue que el staff, armado con artistas de quince países distintos, tenía escasa experiencia en cómo hacer jueguito. Ucranianos, rusos, chinos, todos sabían trapecio, pero no tenían la menor idea de qué hacer en un trapecio con el balón”, cuenta Checha Lavié.

Lionel Messi, aplaudiendo a los artistas del Cirque du Soleil, en su estreno de octubre de 2019, en Barcelona.Lionel Messi, aplaudiendo a los artistas del Cirque du Soleil, en su estreno de octubre de 2019, en Barcelona.El primer paso, entonces, fue lograr que la pelota fuera aceptada como elemento de destreza en el show. Paralelamente, recordemos que en 2018 Messi era, más que nada y ante todo, Barcelona, equipo con el que había obtenido infinidad de campeonatos.

“Pero con la Selección Argentina todavía no había ganado nada, era una sequía total”, evoca Checha.

Por eso, cuando el 10 octubre de 2019 se estrena Messi10 en el Parc del Fórum de Barcelona, el espectáculo era casi todo color azul y rojo. Aún estaban muy lejos las coronaciones en la Copa América 2021 (nada menos que en Brasil y contra el dueño de casa), la Finalissima 2022 (en Wembley y contra Italia, el campeón de Europa) y, más lejana aún, la ansiada Copa del Mundo de Qatar.

“Ahí empiezan los problemas. Llegamos a Barcelona con 46 contenedores y estallan los incidentes por la independencia catalana. España estaba en su peor momento de efervescencia. Barcelona ardía: piquetes, cortes de calles, al alcalde lo metieron en cana…», enumera Checha.

«Todo eso nos empezó a jugar en contra en el resto de España. Se nos caían los sponsors. Arrancamos como pudimos. Nos quedamos desde octubre a enero laburando ahí, todo un récord, porque el Cirque sólo hacía funciones de un mes, como mucho”, dice.

Messi, con Sergio Messi, con Sergio «Checha» Lavié, quien estuvo al frente de «Messi10», por la productora argentina PopArt. -Y de ahí se van entonces a Doha…

-Sí, ¡y comienza la pandemia por el Covid! Entonces se nos vienen los problemas más pesados. Terminamos el 7 de marzo en Barcelona, salimos con los 46 contenedores, y el 9 y el 10 cierran las fronteras de Qatar. El barco, con el material y el staff completo, nos queda en medio del mar, con todos los puertos cerrados. Imaginate lo que te cuesta eso…

-Un drama tipo Titanic, pero sin iceberg…

– Sí, subidos a un barco y sin saber a dónde ir, porque no lograba conseguir la autorización para atracar. El drama era bancar a las 110 personas que estaban a bordo, los 17 escenarios diferentes… La pregunta era: “¿A dónde los mandamos?” Dijimos: “Bueno, que vengan a Buenos Aires”. Pero el 16 de marzo arranca el Covid en la Argentina.

La quiebra inesperada

El Cirque du Soleil es golpeado fuertemente por la pandemia. Con una deuda de 900 millones sobre sus espaldas, se declara en quiebra. Despide a casi 4 mil personas y se dispone a reestructurar su modelo de negocios. Y, entre tanto, el barco de Messi10 sigue en el mar, a la deriva. Pero consiguen llegar al Puerto de Buenos Aires justo cuando la Argentina entra en confinamiento absoluto.

Luego de una paciente espera, se enteran de que Arabia Saudita, mediante una especie de decreto, se declara libre del virus. Y hacia allí va la troupe, a la Riyadh Season, una feria de entretenimientos monumental.

El Rey queda tan entusiasmado que les secuestra todo el equipo para que no se puedan ir luego de algunos meses de éxito total. Abogados de por medio, el staff, los equipos, los contenedores y el barco vuelven a la Argentina.

Ahora, Ahora, «Messi 10» tiene más contenido de la Selección argentina campeona del mundo. Y se canta «Muchachos». Pero sólo para enterarse que acaba de estallar una guerra entre Ucrania y Rusia. Ucranianos y rusos conforman un buen porcentaje del elenco del show, así que unos veinte se despiden para marchar a la Guerra. Así, sin más.

Rezar por un milagro

Claro que no todo son pesares y, de a poco, algunas nubes comienzan a alejarse. Para Checha Lavié, ello tiene una explicación: “Y es que nosotros contábamos con Las Tías Rezadoras. Somos una pequeña empresa familiar. Si nos va mal, los domingos, cuando nos juntamos a comer, hay amargura. Por eso, nuestras tías se la pasaron rezando. Para que nos fuera bien, para que las cosas no nos resultaran tan difíciles. Nosotros somos una familia católica, creemos en eso”.

Las tías eran cuatro, pero ahora son tres: “Rosita, pobre, murió. Quedan Beatriz, Nora y Cuqui. Ojo, que ellas no piden para que seamos millonarios o algo así, sino que rezan para que las cosas se den como tienen que ser”.

Y las cosas, créase o no, empiezan a cambiar. Una detrás de otra. La Conmebol anuncia que la Copa América, que se había cancelado debido a la pandemia, se jugará en Brasil. Y en una final vibrante Argentina le gana el duelo al dueño de casa por 1 a 0.

El referí de El referí de «Messi 10», un personaje simpatico en el show del Cirque du Soleil.La imagen de Messi crece con más fuerza, enfundado esta vez en la camiseta celeste y blanca. Una imagen que recorre el continente y llega, obvio, hasta Canadá. Y al año siguiente es la euforia, la explosión planetaria total cuando Argentina se consagra campeona del mundo venciendo a Francia en los penales.

Hay que reelaborar entonces buena parte de las imágenes del show. E incluso algunos cuadros. Por eso, lo que vamos a ver los argentinos desde el 5 de octubre en Vicente López será muy poco del color azul y rojo que identifica al Barça. Todo será celeste y blanco. Como corresponde.

¿Pero cuál fue el aporte del propio Leo Messi para este espectáculo de acrobacias futboleras y tecnología abrumadora? No poca cosa. En marzo de 2019 dedicó varias horas a filmar secuencias que serían utilizadas tanto en el espectáculo como en el Messi Challenge, un divertido complemento donde la gente puede sentirse Messi por un día.

Leo llegó muy temprano, esa mañana, a un estudio en Barcelona para los cambios de ropa y realizar todo el trabajo fílmico. Hasta puso la cara durante 40 minutos para hacer un digital puppet suyo: un Messi digital captado con 96 cámaras en 360 grados. Le tomaron sus gestos en distintos ángulos del rostro.

Cuentan que el capitán de la Selección argentina resolvió todo con mucha actitud y una rapidez increíble: terminó dos horas antes de lo acordado y se pudo ir a cenar con su familia. Por eso también es el mejor: profesionalismo puro.

Antonella Rocuzzo y Lionel Messi. La pareja fue al estreno de Antonella Rocuzzo y Lionel Messi. La pareja fue al estreno de «Messi10», en Barcelona 2019.Messi10 ya lleva vendidos más de 150 mil tickets. La expectativa, alimentada por comentarios del público de Rosario y Salta, donde ya se presentó, crece todo el tiempo.

Y esa expectativa seguramente no se verá defraudada. Porque todo apunta a la máxima excelencia: desde la simulación del campo de juego, la carpa de 24 metros de alto, las tribunas para 3 mil personas por función, las luces increíbles, las pantallas, los sonidos y las canciones especialmente escogidas para el show, la robótica y la tecnología, hasta la asombrosa destreza de todo el team internacional de trapecistas y contorsionistas.

El show en sí mismo es un despliegue maravilloso de arte. Con la número cinco rodando en él durante toda esa hora y media. Con el ida y vuelta entre los artistas y el público, que por supuesto terminarán entonando, unos y otros, el infaltable Muchachos, de La Mosca.

Tres meses quedará funcionando el Cirque du Soleil en el Complejo al Río. Luego vendrá una enorme gira por toda Latinoamérica para terminar desembarcando en Miami (camisetas rosadas del Inter Miami por medio) a fines de 2024 o comienzos de 2025.

Y entonces sí, de punta a punta en todo el continente, se va a escuchar un solo canto: “En Argentina nací, tierra del Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas que jamás olvidaré…”.

WD

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