Lobby argentino por la presidencia del BID

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, permanecerá hasta el martes en Washington para reunirse con funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo ( BID), el organismo que aspira a presidir una vez que se venza el año que viene el mandato del colombiano Luis Alberto Moreno, su actual titular. Frigerio mantuvo encuentros con ministros de Economía…

Lobby argentino por la presidencia del BID

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, permanecerá hasta el martes en Washington para reunirse con funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo ( BID), el organismo que aspira a presidir una vez que se venza el año que viene el mandato del colombiano Luis Alberto Moreno, su actual titular. Frigerio mantuvo encuentros con ministros de Economía y Finanzas de distintos países de América para sostener los avales que ya consiguió y sumar nuevos. También se reunió con funcionarios de la entidad. Aunque ya está el aval informal de la Casa Blanca para que el próximo jefe del BID sea argentino, la designación de Frigerio depende de que Mauricio Macri sea reelecto, porque deberá contar con el acuerdo de la próxima administración.

El más activo lobbista para que Argentina se quede con la presidencia del BID es Federico Poli, ex secretario de Pymes durante la gestión de Roberto Lavagna como ministro de Economía y desde hace seis meses director por Argentina en el organismo interamericano. Poli ya había trabajado en el BID de la mano de Enrique Iglesias y expresó en varias ocasiones desde la asunción de Macri su apoyo a la política económica, a diferencia del resto del equipo de Lavagna. 

Otro que aspiraba al puesto cuando empezó a discutirse la sucesión es Alfonso Prat-Gay, quien inicialmente procuraba candidatearse a gobernador de Tucumán por Cambiemos en octubre pero que fue desechado por la Casa Rosada. Aunque no se dejó ver por el cuartel general del FMI, el primer ministro de Hacienda de Macri también pasó en Washington DC el fin de semana. El viernes por la noche se lo vio cenando en Martin’s, el bar donde solía parar John F. Kennedy, en el barrio de Georgetown. Allí todavía conservan la mesita junto a la puerta sobre la cual el expresidente estadounidense asesinado en Dallas bosquejó el discurso inaugural de su mandato.