El Gobierno exhibe hoy ante el FMI el compromiso de más ajuste fiscal
Una nueva misión del Fondo Monetario Internacional arribará hoy a Buenos Aires, en lo que será la cuarta revisión por parte del organismo multilateral para monitorear el cumplimiento de las metas fiscales, a partir del cual habilitaría un nuevo desembolso al país. Según informaron voceros del FMI, la misión estará encabezada por Roberto Cardarelli y…

Una nueva misión del Fondo Monetario Internacional arribará hoy a Buenos Aires, en lo que será la cuarta revisión por parte del organismo multilateral para monitorear el cumplimiento de las metas fiscales, a partir del cual habilitaría un nuevo desembolso al país.
Según informaron voceros del FMI, la misión estará encabezada por Roberto Cardarelli y durante la misma habrá encuentros con funcionarios del Gobierno nacional y del Banco Central, como así también “con representantes del sector privado, de la academia y de la sociedad civil”, tal como ocurrió en las oportunidades anteriores, cuando se reunieron con dirigentes opositores y la cúpula de la CGT.
“Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, también se unirá a una parte de la misión, como ha sucedido en otras ocasiones”, puntualizaron desde el organismo.
La visita se dará en el marco del préstamo stand by por más de u$s50.000 millones que la Argentina le solicitó al Fondo en junio pasado, después de que se desatara una corrida cambiaria que todavía no pudo ser controlada, y a un año del anuncio de Mauricio Macri de que el país acudiría a esta vía para calmar al mercado.
El durísimo programa monetario que pidió el organismo no consiguió domar la inflación
Desde ese entonces, el entendimiento debió ser revisado en varias oportunidades a pesar de que se trata del mayor crédito entregado a un país en toda la historia del FMI. En septiembre, cuando el dólar pasó de $30 a $40 en una semana, el Fondo accedió a entregar la mayor parte del monto del préstamo en el transcurso del último año de gestión de Mauricio Macri para garantizar todos los vencimientos de deuda del 2019, aunque a cambio de llegar a un resultado primario equilibrado.
Ante esa exigencia, el Gobierno reimplementó las retenciones a las exportaciones y quitó una serie de beneficios impositivos al sector productivo, llevando la presión tributaria a un nuevo récord. El incremento en la tasa estadística del 0,5% al 2,5% del lunes fue una muestra más del intento desesperado por alcanzar ese objetivo.
Junto a esa modificación, se introdujo un esquema de bandas cambiarias cuyo ritmo de actualización fue variando a lo largo de los últimos meses hasta llegar al congelamiento y luego directamente a su eliminación, en un intento por darle al Central un mayor poder de fuego y evitar que la divisa se dispare junto antes de las elecciones.
De esta manera, el FMI confirmó que apuesta todo a la reelección de Macri incluso a costa de quemar sus propios papeles, en los que prohibe financiar la fuga de capitales de los países que acuden en su auxilio.
Sin embargo, la receta que el Gobierno aplicó a pedido del organismo para variar no mostró ninguno de los resultados esperados. La contracción monetaria llevó la tasa de interés al 73%, la misma con la que se inició el programa de bandas cambiarias, luego de la firma del segundo stand-by. Pero la inflación no sólo no reaccionó a la baja sino que se mantiene un escalón por arriba de los últimos años, en torno del 4% mensual. Mientras tanto, la presión sobre el dólar sigue a la orden del día y la actividad económica se encuentra en el fondo del mar, sin signos de haber encontrado un piso.
El cronograma de desembolsos, de aprobarse las revisiones, se compone de u$s5.400 millones en junio y septiembre y u$s973 millones en diciembre.