Los orígenes del tradicional alfajor Fantoche se remontan a 1964 cuando las familias Diéguez y López, dueñas de la entonces Dielo, una distribuidora de artículos para el negocio de los polirrubros, decidieron comprar una pequeña planta de elaboración de alfajores y crear la marca que, dice la historia, proviene del nombre de una de las máquinas.
Hoy elaboran 1.200.000 alfajores por día y con otros productos en cartera esperan consagrarse, una vez más, como empresa alimenticia con productos que van desde galletitas y budines hasta helados y dulces de leche.
Cuando en 1970 un incendio afectó el depósito de la distribuidora los socios decidieron mudarse de Liniers a Villa Lugano donde hoy aun funciona la empresa. Unos años más tarde cerraron la distribuidora y se concentraron en la fabricación de las galletitas y alfajores Fantoche, pero los López, decidieron retirarse del negocio y sus primos Celso, Valentín y Antonio (los hermanos Diéguez), compraron su parte. En aquel entonces los productos estrella eran los bizcochitos de grasa y el pan dulce y los alfajores que, como todos en ese momento, eran simples: dos capas de galletita, un relleno en el medio y un baño de chocolate.
El gran salto de Dielo fue cuando a fines de los 70 lanzaron el alfajor triple y coronaron a Fantoche como sinónimo de alfajor. «Hicieron una muestra y se las llevaron a un representante que se llamaba Trovato, él trabajaba en las regiones del NOA y la Patagonia. Fue furor, los pedidos no paraba», cuenta Claudio Messina, gerente de marketing de la pyme de Villa Lugano.
Tal fue el éxito, que en 1987 decidieron registrar el nombre Triple para sí. Por eso es que hasta hoy hay Mega, Maxi, o 3D, pero nadie pudo ni podrá usar la palabra Triple para sus alfajores de tres capas.
Pero llegaron las multi
En los ‘90 los alfajores fueron furor y todas las grandes empresas lanzaron también su marca y su versión con tres tapas. Aunque Fantoche ya lo había sido la pionera dos décadas antes y su Triple se había convertido en un clásico, como pyme la competencia no le fue fácil y encima, Celso, Valentín y Antonio Diéguez empezaban paulatinamente a retirarse. Es decir, a la segunda generación, conformada por Daniel, Norberto y Antonio (entre ellos primos) le tocaba el desafío de asumir la responsabilidad de una empresa en crisis.
Sin embargo, como además de los alfajores, Dielo elaboraba también galletitas, confitados y panificados, la empresa logró sobrevivir frente a la avanzada de las grandes empresas, pero la realidad, explica Messina a iProfesional, la marca Fantoche estuvo estancada hasta 2012 cuando decidieron iniciar el camino de la profesionalización.
La empresa registró el nombre Triple y nadie más que ellos puede usar esa denominación para los alfajores de tres capas
«Cuando entré en 2013 me encontré con una empresa muy golpeada, con un desánimo que iba desde los empleados hasta los propios directores. En ese entonces se fabricaban 400 toneladas de alfajores, pero con un costo operativo de 500 toneladas. Es decir, estaban cayendo en rentabilidad y en volumen.», recuerda el ejecutivo quien fue contratado en aquel contexto para cambiar la estrategia comercial y la imagen de la empresa.
«Lo primero que hice fue crear el área de marketing y empezamos a trabajar enfocados en el segmento de los más jóvenes. Primero recuperando la imagen del alfajor y luego la del resto de los productos. Desde entonces la empresa tiene un crecimiento sostenido, pandemia de por medio incluida; hoy estamos fabricando 1.500 toneladas, es decir, 1.200.000 de alfajores por día entre sus cuatro variedades triples, simples, mini y sport.», agrega orgulloso.
La comercialización de los productos Fantoche se realiza a través de 850 distribuidores a todo el país llegando a más de 100.000 bocas de expendio entre supermercados de cercanía, grandes superficies y kioscos. «Fantoche es mucho más fuerte en el interior del país y según las estadísticas tenemos una participación de 16 puntos de share. Sin embargo, yo creo que es mayor porque la realidad es que las consultoras tienen una lectura muy fuerte en Capital y más débil en el interior, yo creo hoy las tres marcas líderes, Jorgito y Guaymallén en Capital y Fantoche en el interior, estaremos entre un 25 y un 30.», aclara Messina.
Alfajores y galletitas
Parte de la distribución geográfica actual se explica por su historia. Aunque hoy ya no existe, en los inicios de la empresa los socios fundadores celebraron un acuerdo de no competencia con los socios de Jorgito: Fantoche elaboraba sólo la variante Triple y los vendía en el interior del país y Jorgito, que solo hacía alfajores simples, comercializaba exclusivamente en Buenos Aires. «El acuerdo se cumplió hasta los 90 cuando entraron en escena las multinacionales y para que no se las devoren Fantoche sacó su simple y entró a Buenos Aires y viceversa, Jorgito sacó su Triple y salió al interior del país»,
Hasta 2008 la empresa exportó de manera corriente a España, Brasil, Chile e Italia, pero el contexto económico local les hizo perder esos mercados. Sin embargo, hoy la dirección de Dielo (con Darío López como representante de la tercera generación y parte de la familia de los López originaria) está reconsiderando la idea de salir al mundo.
«Pero no es fácil, los clientes del exterior no entienden por qué le estas aumentando todos los meses los precios. Por ahora algo estamos mandando a Estados Unidos por un distribuidor, pero aun nuestro foco es el mercado local», explica.
Fabrican más de 1 millón de alfajores y quieren convertirse en una empresa alimenticia con nuevos productos
Asimismo, la empresa está tomando impulso para dar un salto más y convertirse en una empresa alimenticia más allá de la elaboración de alfajores. Como en sus orígenes, Dielo apuesta una vez más por la diversificación y lleva invertidos más de $40.000.000 para la modernización de su planta y el lanzamiento de nuevos productos.
De hecho, ya el 35% de la facturación de la empresa proviene de los alfajores, el 30% de las galletitas y el resto de sus otros productos entre budines, pan dulces, confitados y helados.
«La producción de galletitas creció de manera fenomenal, en el último año tuvimos un 45% de crecimiento mensual con el lanzamiento de las Horóscopo de tubo. Y eso que aún no lanzamos otra línea que tenemos planificada para dentro de un par de meses. Pero todo está por verse porque estamos sacando nuevos productos todo el tiempo… dulce de leche, bocaditos, chocolates y snacks», dice Messina.
El plan, explica el ejecutivo, es convertir a Fantoche en una empresa de alimentos y seguir las tendencias de las nuevas generaciones, especialmente a la generación Z (los nacidos a mediados de los 90 y principios de los 2000). ¿Se vienen entonces los productos veganos? «No puedo aun adelantar nada, pero viene por ahí», deja asomar Messina.