La exparticipante de la edición del año 2011 se quitó la vida en 2017, tras la muerte de su padre, en 2016. Soñaba con hacer una carrera en los medios.
23 de septiembre 2023, 21:50hs
El 29 de noviembre de 2017, Rocío Gancedo, exparticipante de Gran Hermano 2011, se suicidó saltando desde el balcón de su departamento del quinto piso de la calle Arévalo y Báez, en el barrio porteño de Las Cañitas. La joven de 28 años sufría depresión y se había internado en marzo de ese año en una clínica psiquiátrica por voluntad propia durante 20 días.
La mediática vivía sola y meses antes de su suicidio, en agosto, se había mostrado alegre en las redes sociales después de un cambio de look radical, y decía que se sentía “libre y feliz”. En ese entonces, hablaba de una “nueva etapa”, tras semanas agitadas por su internación.
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Después de salir de la casa de Gran Hermano -fue la primera eliminada en esa edición-, Rocío se volcó a los medios y atravesó diversas etapas con respecto a la exposición: primero la disfrutó. Hizo temporadas de teatro durante el verano, se la vinculó con distintos futbolistas y hasta llegó a posar desnuda en la revista Playboy. En 2014 probó otro rumbo e incursionó en la política de la mano del Frente Renovador y en 2017 tuvo otro intento de militancia junto a José Ottavis.
En 2016 tomó una decisión importante. Se alejó de los medios y se unió a la Iglesia Evangélica. “Es Cristo la solución y encontré mi casa. Mi familia está acá. A ver, es el mismo cuerpo, pero distinto espíritu”, explicó en ese momento sobre su cambio de vida.
El punto de quiebre fue cuando murió su padre en ese año. El hombre peleó contra una enfermedad durante dos años y ella estuvo a su lado. Según contó, allí pudo conocerlo realmente, porque hasta ese entonces, sólo tenía la imagen que le proyectaba su mamá, de un infiel y mentiroso. Esa partida hizo que se removieran muchas cosas de su infancia, como un abuso que sufrió a los 6 años, que su madre siempre minimizó.
“El tema del abuso me vino cuando mi papá murió. Se ve que me removió tanto dolor. Dije, ‘¿por qué las cosas no me salen bien? ¿Nada me hace feliz?’ Ni la sonrisa de mi sobrina me estaba haciendo feliz. No puedo hacer feliz a ningún hombre, ningún hombre me hace feliz. Yo sabía que había algo atrás”, relató en Intrusos, en una de sus últimas entrevistas.
Según ella misma contó en una nota para Animales sueltos, su sueño era estar arriba de un escenario, algo que logró porque hizo teatro de revista, pero también destacó que la fama que tuvo de golpe la abrumó. “Yo era cajera de un free shop y cuando salí fue todo muy fuerte”, dijo.
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Gancedo soñaba con ser panelista y permanecer en el medio.