El Fondo Monetario Internacional se pronunció por primera vez este jueves sobre las recientes medidas que tomó el ministro Sergio Massa, que chocan con el programa con el organismo, y advirtió que “suman a los desafíos de Argentina” que ya vive una “compleja situación”. Además, dijo que la dolarización propuesta por Javier Milei “no es un sustituto de políticas macroeconómicas sólidas”.
Julie Kozack, directora de Comunicaciones del FMI, se refirió en una conferencia de prensa en Washington a las medidas que el ministro y candidato oficialista comenzó a anunciar después de las PASO, que incluyeron un alivio del impuesto a las Ganancias, aumento a jubilados, pagos de sumas fijas, devolución por compras con tarjeta de débito, préstamos subsidiados, congelamiento de prepagas y otros.
Estas iniciativas –popularmente conocidas como “Plan Platita”- chocan con lo acordado con el Fondo Monetario Internacional, que le ha pedido al Gobierno “acelerar la consolidación fiscal” para cumplir con las metas del programa y encarrilar la economía, según se desprende de la quinta y sexta revisión de fines de agosto.
Según estiman los privados, las medidas de Massa cuestan al menos por ahora un 1,1% del PBI y derivarán en más inflación, que ya se calculaba en más de 160% en 2023. Se da por descontado que no se alcanzará la meta de déficit fiscal de 1,9% de PBI que se acordó en agosto con el Fondo.
Mientras tanto, el dólar oficial permanece congelado (con estas medidas ya se habría diluido la devaluación del 20% tras las PASO), algo que va en contra de los deseos de Fondo, que quiere minidevaluaciones para ir cerrando la brecha con el blue.
Kozack dijo que la situación argentina “permanece muy desafiante y compleja, la inflación es muy alta y sigue creciendo, las reservas son bajas y las condiciones sociales son frágiles”.
Agregó que “las políticas de las autoridades convenidas en el contexto de las últimas revisiones, la quinta y la sexta, tenía como objetivo salvaguardar la estabilidad a través de la reconstrucción de las reservas, restablecer el orden fiscal y también proteger a los más vulnerables”.
“El alineamiento del tipo de cambio, junto con una política monetaria y fiscal restrictiva, son componentes esenciales del programa”, agregó.
Y sobre el “Plan Platita” advirtió: las medidas adoptadas recientemente “se suman a los desafíos de la Argentina”.
“Estamos trabajando para entender y evaluar mejor el impacto de las medidas más recientes y las necesidades de tener acciones compensatorias que pueden adoptarse para fortalecer la estabilidad y salvaguardar los objetivos del programa, al mismo tiempo que no se exacerben las vulnerabilidades”, agregó.
“Nuestro objetivo sigue siendo el ayudar a la Argentina a salvaguardar la estabilidad y proteger a los más vulnerables durante estas épocas difíciles. Es de interés para el FMI y sus miembros seguir trabajando junto con Argentina con un consenso político y social tan amplio como sea posible para garantizar la estabilidad y la prosperidad compartida para el país”, señaló.
«Dolarización no reemplaza políticas sólidas»
En cuanto a la dolarización, propuesta por el líder libertario Javier Milei, Kozack dijo que una medida tal “es prerrogativa de una nación soberana individual y esa es la opinión del FMI. Cuando hablamos de esto con los países, la preocupación principal es garantizar políticas macroeconómicas coherentes y una transición ordenada entre tipos de cambios”.
También, dijo Kozack, “es importante garantizar la estabilidad de largo plazo del sistema cambiario que finalmente se seleccione y en ese sentido, la dolarización requiere pasos preparatorios importantes y no es algo un sustituto de políticas macroeconómicas sólidas”.
No es la primera vez que el Fondo se pronuncia sobre la dolarización que propone Milei. En una entrevista con el diario español El País, el director del Hemisferio Occidental del organismo, Rodrigo Valdés, había señalado que la dolarización no sustituye la necesidad de “una política fiscal sostenible que lleve a tener deudas no demasiado altas”.
Cuando el directorio desembolsó los últimos US$ 7.000 millones en agosto, Kristalina Georgieva había advertido que la austeridad fiscal es clave para la estabilización: “Alcanzar la meta acordada de déficit fiscal primario de 1,9% del PIB este año sigue siendo esencial para apoyar la estabilidad económica y financiera. Los esfuerzos se centran en fortalecer los controles del gasto a través de medidas iniciales para actualizar las tarifas de energía y contener los salarios y las pensiones públicas, al tiempo que se protege el gasto social y de infraestructura prioritario”.
Georgieva agregó: “Más allá de este año, se acordó que la consolidación fiscal se aceleraría mediante medidas de ingresos y gastos de alta calidad. Esto ayudará a eliminar la financiación monetaria del déficit, apoyará la desinflación y fortalecerá el balance del Banco Central”. El mismo staff report enfatizó en “acelerar los esfuerzos de consolidación fiscal”.
Kozack confirmó que la Asamblea anual del FMI y el Banco Mundial será la semana próxima en Marruecos, a pesar del terremoto que costó miles de vidas. La cita en ese país ya se había cancelado en 2020 por la pandemia. Es la primera vez en 50 años que la Asamblea anual se llevará a cabo en un estado africano.