Tras el leve respiro que el jueves pasado el dólar blue le otorgó al Gobierno, al cerrar en $ 980, la tensión cambiaria reaparecerá este martes después del fin de semana XXL.
Quedan cuatro ruedas de mercado hasta las elecciones del 22 de octubre y el foco del ministro candidato Sergio Massa estará puesto en evitar que la cotización del billete informal cruce nuevamente la barrera sicológica de los $ 1000, tal como lo hizo el martes pasado. Para esto apuesta a dos herramientas.
Por un lado buscará repetir la estrategia de la semana pasada, multiplicando los controles en la city porteña para espantar a los «arbolitos», mantener a raya a los grandes cambistas y así vaciar la plaza.
Por el otro, cruzará los dedos para que la suba de la tasa de interés que dispuso el Banco Central a última horas del jueves y que se hará efectiva en los bancos recién este martes convenza a los ahorristas que quedarse en pesos, aún cuando sigan perdiendo contra la inflación.
La devaluación del tipo de cambio oficial, que el 14 de agosto llevó al dólar mayorista a $ 350, impactó sobre los precios -la inflación acumulada entre agosto y septiembre es del 26,7%- y desató la estampida de los dólares alternativos. Desde entonces, el blue trepó $ 375, mientras el contado con liqui, la vía por la que se dolarización las empresas, saltó $ 365 y el MEP que se negocia en la bolsa porteña, a $ 330.
Cómo sigue el dólar
El economista Andrés Borenstein contó que «el dólar se aplacó sobre el final de la semana pasada porque hubo un virtual feriado cambiario el jueves, cuando el Gobierno fue a cerrar una de las grandes cuevas mayoristas. Sin cuevas mayoristas, el minorista no tiene donde descargar sus operaciones, así Massa consiguió un feriado de tres días».
¿Qué herramientas tiene el Gobierno para evitar un nuevo salto del dólar? Para Borenstein, «ya saben que no pueden proveer credibilidad y entonces lo único que queda es bloquear el mercado. Ahora quedan cuatro días para evitar un descalabro mayor y ver qué hace Massa con el dólar con el resultado del 22 de octubre puesto».
Para la consultora Invecq, «la corrida cambiaria iniciada la semana pasada continuó en esta semana corta y probablemente se mantendrá la tensión cambiaria en los cuatro días hábiles de la semana que viene, previos a las elecciones generales».
«El feriado de este viernes y del lunes próximo resultaron ser las medidas más efectivas para tranquilizar al dólar por parte del Gobierno», puntualizó Invecq.
Al cierre de esta semana el dólar blue terminó en $ 980 (luego de tocar un máximo de $ 1.050), el dólar MEP cerró en $ 870 y el contado con liqui en $ 967. Esto significa un aumento de los tipos de cambio en lo que va del mes de 22,5%, 24% y 18%, respectivamente.
«Si bien el tipo de cambio oficial está planchado, sabemos que el aumento de los paralelos y el crecimiento de las brechas cambiarias contagia al índice de precios por lo que la alta inflación está garantizada también en el mes de octubre», señaló Invecq.
En la misma línea, Eduardo Levy Yeyaty, uno de los referentes económicos de Juntos por el Cambio, sostuvo que «hoy hay varios tipos de cambio y todos inciden sobre la inflación, y cada vez más se toma como referencia al MEP«.
Respecto del aumento de tasas dispuesto por el Banco Central, que llevó el rendimiento anual de los plazos fijos al 133% y la tasa efectiva al 259%, Borenstein señaló que «la suba es controversial. No va a parar la inflación y ni siquiera era un antídoto para que la gente deje de comprar dólares, pero es lo único que le queda al Central dentro del menú de instrumentos convencionales».