Wayne Rooney es una leyenda en el Manchester United -donde disputó 559 partidos- y también en la Selección de Inglaterra, combinado en el que se consagró como el segundo máximo goleador histórico. Aunque tuvo una carrera exitosa, vivió un calvario cuando daba sus primeros pasos.
«He tenido muchos desafíos diferentes, tanto dentro como fuera del campo, y mi liberación fue el alcohol. Me metía en mí mismo, pasaba unos días en casa y no salía. Bebía casi hasta desmayarme«, confesó en diálogo con Rob Barrow.
Siguiendo la misma línea, aseguró: «Cuando no aceptas la ayuda y los consejos de los demás, puedes tocar fondo, y eso es lo que me pasó a mí durante algunos años».
Consultado por los eventuales prejuicios que existen en torno a la adicción, el ex futbolista fue claro. «No quería estar rodeado de gente porque a veces te sientes avergonzado y otras veces sientes que les has decepcionado. Al final, no sabía de qué otra manera lidiar con eso, así que elegí el alcohol para tratar de ayudarme a superarlo. Había gente con quien podía hablar, pero decidí no hacerlo y traté de solucionarlo yo mismo», recordó.
Finalmente, reconoció que, varios años después, logró referirse al tema sin sentir culpa. «Afortunadamente, hoy ya no tengo miedo de hablar con la gente sobre mi problemas«, cerró.
Los números de Wayne Rooney
A lo largo de su extensa carrera, Wayne Rooney disputó más de 890 partidos y vistió la camiseta del Manchester United, Everton, DC United, Derby County y la Selección de Inglaterra.
Su mejor rendimiento se vio con los Red Devils, equipo con el que convirtió 253 tantos y dio 114 asistencias en 559 encuentros disputados. Sin embargo, también hizo lo propio con su seleccionado.
Representando a su país, dio el presente en 120 encuentros y marcó 52 tantos. Con esta marca, se convirtió en el segundo máximo anotador de la historia de Inglaterra.