La historiadora y militante radical Silvia Crochetti cargó duro contra un grupo de legisladoras de la UCR que se despegó de las Mujeres Radicales que junto a integrantes de mujeres del peronismo y de otras fuerzas políticas suscribió un documento en el que advirtió del riesgo de Milei y respaldó, sin nombrarlo, a Massa.
“No me duele, me molesta lo que hicieron. Son mujeres de mi propio partido que no tienen la capacidad de dialogar y salen a la prensa. A todas ellas las hemos votado, las hemos militado para que lleguen adonde están y para que logren derechos. Si están molestas es un problema de ellas, no mío”, dijo en declaraciones a Radio Textual (LU 33).
La polémica se encendió luego de que Crochetti junto a otras Mujeres Radicales como Elida Deanna, Cecilia Roigé y Susana Sánchez, entre otras, firmaron un documento junto a mujeres del peronismo y de otras fuerzas políticas y representantes de instituciones, en el que advirtieron del riesgo que implica el libertario Javier Milei. Y, sin nombrarlo, apoyaron al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa.
Otro grupo de mujeres radicales, algunas con cargos legislativos como Marcela Coli, Lorena Clara, Estela Guzmán, Agustina García y Andrea Valderrama, salieron a cruzarlas y ratificaron la decisión partidaria de no acompañar a ningún candidato al balotaje presidencial del próximo 19 de noviembre.
Crochetti expresó públicamente sus críticas a esta postura. “Las mujeres somos diversas, nadie pierde su identidad y el pensamiento propio. Pero hay algo que hemos comprendido todas: la salida a los problemas de las mujeres es colectiva, no individual”, dijo.
“Quienes firmamos el documento nos preocupa el futuro. Particularmente, como militante radical y alfonsinista, no acepto el negacionismo y aquellas posturas que van en contra de la memoria, porque eso lleva a desangrarnos como sociedad. No puedo pensar que un radical olvide eso y el desafío a la historia que hizo Alfonsín. Deberíamos enorgullecernos del juicio a las Juntas Militares. Pero parece ser que algunos correligionarios y correligionarias se olvidan de ello y niegan nuestra identidad partidaria”, sostuvo.
Aseguró que las mujeres radicales que emitieron el contradocumento “sabían del documento que habíamos firmado con el resto de las mujeres porque yo misma se los envié, por lo tanto si no lo comparten es una cuestión personal. Pero, insisto, lo que me molesta es que hayan hecho un contradocumento porque eso es mujeres contra mujeres”.
Remarcó que las radicales que suscribieron el documento con las mujeres de otras extracciones políticas “no ocultamos nada y nadie se arrojó la representación del partido, simplemente consideramos necesario salir a defender una de nuestras banderas que es la democracia”.