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La CGT, Javier Milei y el paro general más rápido desde la vuelta de la democracia

Este miércoles, segunda quincena de enero, cuando cumpla un mes y medio de gestión, Javier Milei enfrentará su primer paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT). Es una rareza y un signo de intolerancia histórico: nunca antes, desde la vuelta de la democracia, un presidente soportó una medida de fuerza de esta envergadura.

El dato está destacado, ampliado y contextualizado en un interesante informe que presentó la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral. Que no sólo expone la arbitrariedad con este flamante mandatario libertario sino contra todos los presidentes que tuvieron origen no peronista.

Las comparaciones resultan elocuentes y cada una ameritaría acaso una nota aparte. Pero el ejemplo más crudo, quizá, sea entre los dos últimos presidentes. Mientras Milei, como se explicó, tendrá un paro general con sólo 44 días de administración, Alberto Fernández no tuvo ninguno, pese a que durante sus cuatro años cayó el poder adquisitivo de los salarios y aumentó sensiblemente la pobreza.

Sólo la filiación política de cada uno explica la diferencia. Mientras Milei es un presidente que vino de afuera del sistema, más vinculado a la televisión que a la militancia, Fernández no sólo era peronista sino que estuvo rodeado por dos figuras de peso.

1) Cristina Kirchner, la jefa real de la fuerza, a quien hubiera sido impensado desafiarla con un paro sobre todo en el arranque de la gestión.

2) Sergio Massa, quien ocupó el rol de ministro de Econmía/presidente en las sombras y eso blindó al Gobierno en el último año de gestión.

El tercer elemento sí se vincula más a Fernández. Soportó una pandemia durante la cual hubiera sido extrañísima una medida de fuerza y, durante un tiempo, en paralelo a que lo abandonaban otros socios (como el kirchnerismo) tuvo en la CGT uno de sus pilares de sostén.

Fue tan floja la gestión del ex mandatario que la central sindical también lo terminó ninguneando, aunque sin dar el paso hacia un paro general; para entonces, ya tenían a Massa como nuevo referente/jefe.

Alfonsín, el más castigado

La relación entre los paros generales de la CGT y el partido al que responde de los presidentes tiene ejemplos puntuales, como el de Milei vs. Fernández, pero también generales.

Mientras los presidentes peronistas encabezaron siete mandatos (dos de Carlos Menem y Cristina Kirchner, más uno de Néstor Kirchner, Alberto Fernández y Eduardo Duhalde) y soportaron 16 paros (dos y pico por cada mandato en promedio); los no peronistas encabezaron cuatro gestiones (Raúl Alfonsín, Fernando de la Rúa, Mauricio Macri y Javier Milei) y la CGT les paró 27 veces (casi 9 por gestión).

Otro dato contundente: en los 40 años desde la vuelta de la democracia, hubo 19 sin paros generales. En solo uno (2016) gobernaba un no peronista (Macri).

Cuando se desglosa por presidente, también la diferencia es ostensible. Difícilmente se superen los 13 paros generales que le hizo la CGT (con Saúl Ubaldini a la cabeza) a Raúl Alfonsín. En un segundo escalón vienen De la Rúa y Menem, con 8: claro que el radical estuvo dos años en la Rosada y el riojano, diez.

Un caso similar se da entre Cristina y Macri. La ex presidenta tuvo fuertes medidas de fuerza recién en su segundo mandato. Fueron cinco, igual que con el líder del PRO, que estuvo sólo cuatro años en el poder.

Cierran Duhalde (dos paros), Kirchner (uno) y Milei (por ahora uno). Alberto Fernández, pese a que la opinión pública suele elegirlo como uno de los peores gobiernos desde la vuelta de la democracia, se fue a España invicto.

El análisis de un especialista

Marcelo Bermolén, director del Observatorio de Calidad Institucional (OCI) de la Universidad Austral y a cargo del informe, analiza los números y es particularmente crítico de la decisión sindical:

«La CGT seguirá sumando récords. A la insólita marca de no haberle realizado un solo paro general al ex presidente Alberto Fernández durante sus cuatro años de gestión, pese a exhibir pésimos indicadores económicos y sociales, agrega ahora el récord de convocar al primer paro general más rápido que se le haya hecho a un presidente desde el retorno de la democracia”.

“Con esta medida, la CGT ratifica el comportamiento del sindicalismo argentino de mostrar una mayor beligerancia contra las administraciones no peronistas, mientras exhibe una tolerancia -y en algunos casos una complicidad- con los gobiernos de ese color político”.

“El último paro general realizado por la central obrera fue el 29 de mayo de 2019 justamente a un gobierno no peronista: fue el quinto paro general registrado contra la gestión del ex presidente Mauricio Macri”.

“La CGT no solo expone la supuesta defensa de los derechos de los trabajadores, sino la protección de lo que algunos consideran marcados privilegios y un cerco férreo sobre las cajas sindicales con que se financian”.

“A este accionar se suma el factor desestabilizante que provoca la hostilidad sindical marcado por la temprana convocatoria a paros generales -y la cantidad que se realizan- a presidentes no peronistas. Al punto de que ni Raúl Alfonsín (13 paros en 5 años y medio de gobierno), ni Fernando de la Rúa (8 paros en 2 años de gestión) pudieron finalizar sus mandatos constitucionales”.

“El nuevo récord de convocar al primer paro general más rápido a un presidente democrático expone, también, el lado más oscuro de la Central General de Trabajadores”.

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