Tal como anticipó en exclusiva Página/12 el miércoles pasado, ayer comenzaron oficialmente los peritajes técnicos ordenadas por la fiscal Verónica Zamboni en el terreno de la Avenida 1 entre Paseo 103 y Avenida Buenos Aires de Villa Gesell, donde el martes 29 de octubre a la madrugada se desmoronó el apart hotel Dubrovnik que en su caída también destrozó el lindero edificio de departamentos Alfio I y dejó como saldo ocho muertes y tres sobrevivientes con distintos niveles de heridas. Las tareas están siendo realizadas por peritos de la Policía Federal, quienes estiman que trabajarán allí al menos hasta este viernes. A su término, se espera contar con la información necesaria para poder determinar las causales de este derrumbe sin precedentes en la costa atlántica argentino y que conmocionó a todo el país.
La causa que lleva adelante la titular de la Unidad Fiscal 6 de Gesell tiene de momento la carátula de estrago culposo agravado y cuenta con una docena de imputados. Entre estos se encuentran dos miembros del directorio de la empresa Parada Liniers S.A. que había comprado el Dubrovnik en abril pasado, tres arquitectos mencionados en las declaraciones testimoniales como directores de las dos obras que se estaban realizando simultáneamente en las dos edificaciones del apart geselino, dos integrantes de una empresa de ascensores, tres contratistas y los dos albañiles que lograron huir del apart hotel al momento del derrumbe y pudieron así salvar sus vidas. Los peritajes serán fundamentales para poder establecer el devenir procesal de cada uno de ellos en una investigación que se presume de larga duración.
Las hipótesis, de momento, son al menos cuatro, y van desde obras que no contaban con la autorización municipal, la realización de un pozo para emplazar un ascensor, irregularidades en las renovaciones o bien problemas estructurales de viaje data que no fueron debidamente atendidas. De todos modos nunca se descartar otra opción de acuerdo a lo que la investigación pueda seguir averiguando.
En este último sentido, trascendió que el próximo jueves se peritarán varios teléfonos celulares recabados en los distintos allanamientos que llegaron a determinar la detención de dos albañiles, tres contratistas y el arquitecto Jorge Bonavita, quien había sido señalado por los obreros como quien impartía órdenes al menos hasta septiembre. En ese mes, y según consta en la causa, hubo varios pedidos de autorizaciones para la realización de tareas en las dos estructuras del Dubrovnik: una en la parte delantera de tres pisos que sigue en pie y sobre la cual se pudieron acreditar habilitaciones municipales, y otra en la trasera de diez niveles que se vino abajo y quedó en ruinas.
Además hay otro celular que acaso contenga información sensible: el de Nahuel Stefanic, una de las ocho víctimas fatales e indicado por los obreros como intermediario ocasional entre ellos, los nuevos dueños del apart hotel y algunos de los arquitectos. Lo rescatistas encontraron el teléfono cerca de donde fue hallado su cuerpo sin vida el sábado 2 de noviembre.
Ninguno de los imputados está actualmente detenido, ya que fueron sucesivamente liberados por Zamboni (a instancias de David Mancinelli, titular del Juzgado de Garantías 6 de Dolores) mientras aún se realizaban las tareas de remoción de escombros pues se consideró que no revestían peligro de fuga ni entorpecimiento de la causa. Y si bien todos ellos gozan de la posibilidad de aportar sus propios peritos de parte en las pesquisas iniciadas en la mañana del lunes, solo hizo uso de esta opción el arquitecto Bonavita.