miércoles, 8 enero, 2025
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Desconexión real en vacaciones: cómo lograr un descanso mental efectivo en la era digital

En 2004 Carl Honoré publicaba el ensayo Elogio de la Lentitud, un análisis social y una descripción del movimiento “slow” como un llamado de atención a ser más conscientes de nuestros actos en la vida cotidiana: desde la preparación de nuestros alimentos a nuestras relaciones interpersonales. Si bien esa publicación tuvo cierto impacto social y aparecieron desde restaurantes dedicados a la “slowfood” a las “pausas” en los lugares de trabajo para tomar clases de yoga, en algún momento la velocidad nos ganó nuevamente la partida.

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Años después, en 2010, ByungChul Han publicó La Sociedad del Cansancio, otra crítica a cómo el ritmo frenético fue tomándolo todo nuevamente y perdimos la huella de aquella propuesta que Honoré había enunciado. En este caso, el filósofo surcoreano realiza un análisis de las dinámicas de vida a las que nos arrastra el capitalismo contemporáneo introduciendo el concepto de “sociedad del rendimiento”, en la que las personas nos auto explotamos por estar obsesionados con la productividad, la auto optimización y el éxito.

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Durante las vacaciones podemos intentar reflexionar sobre cómo estamos viviendo y volver allí, a ese mindset que propone Honoré reversionándolo al modo en que mejor se adapte a nuestra vida cotidiana. Para lograr un descanso mental efectivo durante tu tiempo de receso, voy a compartirte algunas estrategias fáciles de implementar y que, en el mejor de los casos, podrás convertir en hábitos para el resto del año incrementando tus niveles de calidad de vida.

  • Desactivar la mayor cantidad de notificaciones posibles de tus dispositivos electrónicos. Si se necesita permanecer en contacto con alguien, agendarlo como número de emergencia y pedir que llamen para no perderse la comunicación. El resto de notificaciones de redes sociales y mensajería, se pueden mantenerlas desactivadas durante las vacaciones.
  • Programar los horarios en los que se usan tus dispositivos. Proponerse mirar la pantalla del móvil cada cierto tiempo, por ejemplo, cada dos horas. Esto va a generarte ansiedad al principio, ya que se trata de un hábito arraigado que es casi un automatismo, pero intentar levantar la mirada y conectar con el contexto y las personas alrededor antes que con tu dispositivo electrónico.
  • Practicar ejercicios simples de mindfulness/atención plena tales como escaneo corporal o registrar alrededor determinados estímulos (por ejemplo, ejercicios del tipo intentar encontrar cinco objetos azules o registrar tres sonidos que escuches) para entrenar la concentración y que la atención no se fragmente.
  • Reflexionar sobre la necesidad de compartirlo todo al instante: sos quien está de vacaciones, el mundo puede esperar a ver tus fotos y videos. Proponete vivenciar el momento presente y luego, en las horas destinadas al uso de dispositivos electrónicos, compartí lo que deseás. Elegí entre vivir en el tiempo y espacio presente, o perderte en redes y ver el mundo a través de una pantalla.
  • Planificar antes de las vacaciones algunos entretenimientos analógicos como juegos de mesa, revistas de pasatiempos, libros en papel que tengas ganas de leer hace tiempo, tópicos de conversación si vas a compartir tiempo con otras personas.
  • Intentar no sobrecargar todos los días con actividades programadas y probar dejar días completos sin agenda, de este modo se puede registrar realmente de qué se tiene ganas, disfrutar tiempo real de descanso y descubrir lugares y personas que no registrarías si estás pendiente del reloj y un mapa.
  • Ralentizar la mayor cantidad de actividades posibles siendo autoconsciente del paso a paso: a la hora de preparar los alimentos, de ir a caminar, de observar lugares, acá un guiño a la propuesta de Carl Honoré, regalarle momentos “slow” en las vacaciones.

Si al final del receso se registra un aumento del nivel de bienestar personal, intente repetir estas estrategias en el día a día cada vez que sea posible. A lo largo de los meses, este cambio tendrá un impacto positivo en términos de calidad de vida y salud física y mental.

  • Han, B. C. (2013). La sociedad del cansancio. Herder.
  • Honoré, C. (2004). Elogio de la lentitud: Un movimiento mundial desafía el culto a la velocidad. RBA Libros.

* Lic en Psicología MN 76890

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