En medio de la ola de calor que golpea al área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y que se extiende por todo el centro y el norte del país, ya muchos se preguntan cuándo aparecerán lluvias que puedan mitigar el escenario. Esas esperadas precipitaciones llegarán entre el viernes y el sábado, pero serán aisladas y no homogéneas, según indicó Cindy Fernández, meteoróloga y vocera del Servicio Meteorológico Nacional.
En diálogo con LA NACION, Fernández precisó que las lluvias no traerán consigo un alivio significativo al calor que afecta a la región, aunque habrá una leve disminución de las temperaturas debido a la rotación del viento hacia el sur.
“Va a haber una leve disminución de las temperaturas después de la lluvia, sobre todo porque va a rotar el viento al sur, no tanto por las precipitaciones, porque a veces en la mayoría de los lugares ni siquiera llueve. Esto va a hacer que ingrese aire un poquito más fresco, pero cuando digo fresco no es mucho”, señaló Fernández. La especialista detalló que las temperaturas actuales, que rondan los 34 a 37 grados, descenderán a valores de 30 o 31 grados, lo que implica que el calor seguirá siendo una constante en la semana siguiente.
Desde Meteored, Christian Garavaglia coincidió en que las lluvias no serán generalizadas ni de gran magnitud, aunque destacó que podrían generar un breve alivio en medio de las altas temperaturas que se mantienen en gran parte del país. “Probablemente los días con lluvias más intensas sean hacia el viernes y en algunos sectores, el sábado. Luego recién sí se produciría la llegada de un débil frente frío con precipitaciones aisladas y un leve descenso térmico”, afirmó Garavaglia en diálogo con LA NACION.
El fenómeno que castiga a la región está asociado a un bloqueo atmosférico que impide la llegada de frentes fríos más contundentes. Este patrón climático, caracterizado por períodos prolongados de temperaturas elevadas y escasas lluvias, podría repetirse durante lo que resta del verano. “Este tipo de situaciones de bloqueo atmosférico podría volver a repetirse este mismo mes o a lo largo del próximo febrero”, explicó Garavaglia.
El pronóstico extendido para la próxima semana sugiere que las temperaturas volverán a repuntar tras el breve paréntesis. Fernández enfatizó que este comportamiento es típico de la temporada y que los episodios de calor extremo no desaparecerán pronto. “Pasamos de valores de 35-37 grados, y en la ciudad de Buenos Aires un poco menos, 34-35, a marcas de 30-31 grados. Va a seguir haciendo calor”, comentó a este medio.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, las condiciones en el AMBA para los próximos días serán las siguientes: el sábado 18 de enero se prevé lluvia débil con una probabilidad del 90% y acumulaciones de 2,9 mm, con máximas de 28°C y mínimas de 23°C. Para el domingo 19, se espera tormenta con una probabilidad del 90% y 13 mm de precipitaciones, con temperaturas que oscilarán entre los 26°C y 18°C. El lunes 20 será soleado, con máximas de 26°C y mínimas de 16°C, mientras que el martes 21 se anticipan nubes y claros, con marcas térmicas entre 26°C y 19°C. La tendencia hacia el final de la semana incluye un aumento progresivo en las temperaturas: para el jueves 23 se pronostican máximas de 32°C y mínimas de 24°C, mientras que el viernes 24 estará soleado con valores entre 33°C y 23°C.
El fenómeno conocido como “bloqueo atmosférico” continuará siendo monitoreado por especialistas, quienes destacan la importancia de seguir las actualizaciones meteorológicas para planificar actividades y tomar precauciones. Tanto Fernández como Garavaglia coincidieron en que este tipo de eventos no son inusuales durante el verano, aunque las condiciones actuales de calor extremo y lluvias limitadas podrían mantenerse más allá de lo habitual.
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