Desde que se supo que Donald Trump volvería a asumir la presidencia de los Estados Unidos, el Bitcoin se mantuvo en alza e incluso alcanzó, en muchos casos, nuevos récords. Este lunes, unas horas antes de que comience el periplo de asunción, la cripto más famosa del mundo tocó los US$ 109.000. «Con la asunción de Donald Trump como su presidente, los Estados Unidos, uno de los principales mercados globales y el líder financiero indiscutido del mundo occidental, van a pasar a estar conducidos por un entusiasta de las criptomonedas», indicó a Clarín Sebastián Serrano, CEO y cofundador de Ripio. «Trump es una persona de los mercados, que los entiende y que en los últimos años tuvo un acercamiento directo al ecosistema cripto», dijo.
El experto supone que tener un referente así, en pleno bull market y con la adopción de criptomonedas marcando récords a nivel retail, estatal y corporativo, «puede ser el catalizador de un nuevo salto de categoría para la industria blockchain».
Desde que Trump ganó las elecciones presidenciales en noviembre, el Bitcoin no para de batir récords. A principios de diciembre, por ejemplo, superó los US$ 100.000 por primera vez desde su creación.
«Fue notorio cómo el triunfo de Donald Trump en las elecciones en Estados Unidos funcionó como un disparador que relajó a los mercados y permitió que Bitcoin y otras criptomonedas empezaran un nuevo tramo de su alza de precios», aseguró Serrano.
Tras las elecciones en Estados Unidos, el mundo cripto de inmediato experimentó un flujo impresionante que llevó a Bitcoin a superar su máximo histórico anterior de US$ 73.700, rompiendo la barrera de los US$ 100.000 y alcanzando un pico de más de US$ 108.200, lo que representó un aumento del 156% entre el comienzo del año pasado y el último máximo histórico anterior a la marca de US$ 109.000 superada este lunes 20 de diciembre.
«Claro que dentro de cripto se habían ido dando muchos procesos a lo largo del año (el cuarto halving de Bitcoin, sus nuevos máximos históricos y la aprobación de los ETF al contado fueron los más resonantes, o el propio crecimiento anualizado para 2024 de un 127% en el precio del BTC), pero lo de Trump fue determinante para completar esa «tormenta perfecta», sumó el cofundador de Ripio.
«Hacer de Estados Unidos la capital cripto del planeta». Trump dijo en varios actos de campaña que ése era uno de sus planes. En el rally a la presidencia insistió varias veces con su compromiso con la innovación tecnológica en general, y con su apoyo a cripto en particular.
Para Sebastián Serrano: «En ese sentido, la euforia que vimos por su triunfo no se compara a lo que podría pasar cuando empiece a implementar algunas medidas que ya adelantó, como la búsqueda de una dirección más afín a cripto para la SEC o aquel anuncio de campaña de empezar a conformar un fondo de reservas en BTC para el Tesoro estadounidense».
Algo de ese calibre podría provocar un efecto contagio y generar un gran crecimiento de la demanda «oficial» de bitcoins en otros países. «El volumen que puede llegar a mover una reserva en bitcoins del Tesoro estadounidense podría ser descomunal: el proyecto de Ley Bitcoin que pasó por el Senado a mediados del año pasado, y que podría tomarse como referencia, hablaba de una compra de 200 mil bitcoins por año durante cinco años, hasta acumular un millón de BTC», explicó el titular de Ripio. Y agregó: «Habrá que ver cómo evoluciona esta idea y si realmente se hace efectiva, pero por lo pronto las señales de Trump hacia el sector son clarísimas».
Otro dato en el que fundamenta su reflexión Serrano es «que, cuando asuma su segundo mandato el republicano, habrá además un número sin precedentes de legisladores pro-cripto en la Cámara de Representantes y el Senado». A modo de ejemplo, Serrano marcó: «La salida de Gary Gensler, titular de la SEC, daría paso a otra gestión más favorable para las criptomonedas, lo que relajaría las batallas legales contra exchanges y empujaría la aprobación de ETF de más criptomonedas». Sumado ese panorama a cuestiones globales como los conflictos geopolíticos en Medio Oriente y Ucrania, la inflación extendida a nivel mundial y la devaluación de las monedas fiat, tenemos un contexto que parecería favorecer el crecimiento y la adopción cripto.
Entre las señales que el CEO de Ripio ve, enumera: «No podemos olvidar que todo esto entra en tensión, del otro lado, con un mercado que no solamente está en niveles récord de demanda, sino que además a nivel oferta aún se está acomodando al cimbronazo del cuarto halving, ocurrido en abril del año pasado. Cada reducción de la recompensa minera deriva en una nueva oleada de escasez que al mercado le lleva un tiempo acomodar. En ese encuentro entre una demanda en puntos máximos y una oferta cada vez más reducida de nuevos bitcoins, el panorama que se abre para este 2025 es estimulante por donde se lo mire, y parece ofrecer grandes oportunidades para inversores de todo tipo».
«Incluso mejores que muchas empresas tradicionales: el año pasado, por ejemplo, Bitcoin tuvo tal apreciación que su market cap sobrepasó al de la plata y al de la empresa Saudi Aramco, convirtiéndose así en el séptimo activo por capitalización en el mundo, sólo por detrás del oro, y las acciones de Apple, NVIDIA, Microsoft, Alphabet (Google) y Amazon, en ese orden. De hecho, mientras en 2024 el Bitcoin tuvo un crecimiento del 1/1 al 31/12 del 127% en su precio, para el mismo periodo el S&P 500 «apenas» creció un 23%», sumó.
En cuanto a las empresas latinoamericanas y los usuarios regionales de servicios internacionales (ya sean fintech, de criptomonedas o de cualquier tipo), la visión de Trump de reducir la carga regulatoria sobre las criptomonedas sugiere un posible escenario donde se pueda operar con mayor libertad y creatividad, fomentando la innovación y el desarrollo de nuevas soluciones. En paralelo, Argentina, Brasil y otros países han ido reduciendo la fricción entre cripto y el mundo financiero, económico y político tradicional mediante algunos importantes avances normativos.
«En la medida en que mejore esta regulación, tanto en Estados Unidos como en Latinoamérica, será más sencillo y fluido para empresas poder ofrecer nuevos productos y servicios, y todo redundará en una mejor experiencia para usuarios particulares y clientes corporativos», señaló Serrano a Clarín. Y concluyó: «Es que, en un mercado tan globalizado como lo está el mercado cripto, los grandes eventos que ocurren en un país o en una región repercuten en todo el planeta».
SN