sábado, 22 febrero, 2025
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Se rompió la caja de cristal que se había construido alrededor de Javier Milei

Se rompió el hechizo. El caso $LIBRA agrietó la caja de cristal que se había construido alrededor de Javier Milei para exhibirlo como un líder imbatible e impoluto. El Gobierno había tenido muchas desinteligencias, problemas de gestión y tensiones políticas. Decenas de funcionarios fueron despedidos en el camino por innumerables traspiés sin que ello implicara un drama nacional. En sus primeros 13 meses de vida, la gestión mileísta había neutralizado toda amenaza seria gracias a la cruzada antipolítica del Presidente, a la baja de la inflación y al control del mercado cambiario.

Pero ese tuit que publicó Milei desde Olivos el Día de los Enamorados un minuto después de las 19, esa “difusión” de la criptomoneda que terminó investigada por presunta estafa internacional, hizo entrar al Gobierno en una dimensión desconocida. En las primeras horas, mientras la coin subía y se desplomaba, el Presidente siguió defendiendo a $LIBRA. Tardó en entender que estaba asistiendo a su primera crisis importante. Finalmente borró su mensaje en X, fuera del manual que aplica en la red social de Elon Musk. El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, estaba en Roma. Él, que pretende terminar su carrera como un servidor público y modificar los Códigos de fondo de la Argentina, se puso a disposición por si los Milei necesitaban un abogado defensor de causas difíciles, como en sus años mozos. “¿Quieren que vuelva?”, se ofreció.

La Casa Rosada, que venía imponiendo su agenda con golpes de efecto casi a diario, inauguró una mesa de comunicación de crisis liderada por el asesor presidencial Santiago Caputo y sus personas de confianza. Los influencers libertarios, “ingenieros del caos” que venían llevando a todos de acá para allá, perdieron el control de las redes sociales, su terreno favorito. Un informe de la consultora AdHoc exhibió que al sexto día de desatado el criptogate, la conversación sobre Milei en las redes fue ocho veces mayor que la de Alberto Fernández la semana que se conoció el caso de Fabiola Yáñez. Y que seis de cada diez menciones al jefe de Estado de la última semana fueron negativas, algo totalmente inédito desde su llegada a la presidencia.

El impacto en redes del escándalo de la criptomoneda en comparación con el caso de violencia de género que involucró a Alberto Fernández

El mayor problema que arrojaba la escena era que en el corazón del affaire estaban los únicos intocables del proyecto libertario, los hermanos Milei. No había guillotina posible. El Presidente fue el autor del tuit, pero muy pronto los reflectores apuntaron hacia Karina. Algunos influencers libertarios recibieron, de parte de la hermana presidencial, el pedido de “mover” el proyecto cripto en sus redes apenas apareció el tuit del jefe del Estado. Luego se conoció que ella había habilitado numerosos ingresos a la quinta de Olivos y a la Casa Rosada de Mauricio Novelli, el trader que conectó al Presidente con los cerebros de $LIBRA, Hayden Davis y Julian Peh. Ella, que siempre fue la gatekeeper de su hermano, la que toda su vida cuidó sus vínculos y lo protegió de malas influencias, esta vez aparecía como la “abrepuertas” de la iniciativa.

Karina Milei, ayer, en Estados Unidos, antes de la presentación del Presidente en el BIDMANDEL NGAN – AFP

El fin de semana, el Gobierno se empeñó en bajarle el precio al asunto mientras en las redes los libertarios hacían un silencio inusual. “No comments”, fue la respuesta repetida de los colaboradores oficiales. Solo salió Patricia Bullrich a tratar de enmarcar el accionar presidencial como “el apoyo a un emprendimiento para hacerle un bien al país”.

Por primera vez, Santiago Caputo asomó como ajeno a toda la desventura. Primero trascendió que no sabía nada del tuit de Milei, ni de las reuniones previas con los impulsores de la criptomoneda, ni de los pormenores de Viva la Libertad Project. Más adelante, en la Casa Rosada dejaron circular que sí sabía. Por cómo está pergeñado el “Triángulo de Hierro”, no hay nada más incómodo para el asesor presidencial que quedar limpio mientras que los Milei están en el ojo de la tormenta. El diseño en la cúpula del poder indica que el estratega tiene que meterse en el barro para proteger a los hermanos. Y es el fusible del trío.

El asesor presidencial se encontró con el Presidente para poner en marcha un operativo de contención el domingo al mediodía en Olivos. El lunes a la noche, la filtración del crudo de la entrevista que Milei le dio a Jonatan Viale, donde se vio la interrupción del asesor presidencial para evitar que el Presidente cometiera un error (Milei no podía decir que Cúneo Libarona iba a ser su asesor legal porque la Oficina Anticorrupción, que está bajo su órbita, tiene que investigar el caso) volvieron a encender las alarmas. El “mago” mostraba sus trucos y el Gobierno se veía de cartón, cuando se buscaba reconstruir credibilidad.

El momento en que Santiago Caputo interrumpió la entrevista de Javier Milei con Jonatan Viale

Esa misma noche, entrada la madrugada, el “triángulo de hierro” resolvió que el estratega se “llevara la marca” por haber intervenido la entrevista. Al día siguiente, Manuel Adorni iba a decir que Caputo cometió un “error”, que él como vocero no estuvo de acuerdo y que Milei retó al asesor. “Innecesario, Santiago”. Si se agitaban los fantasmas de tensiones en la Casa Rosada, no importaba. Cualquier evento parecía bueno mientras se cambiara la agenda por algunas horas.

El martes, el jefe de Gabinete, Guillemo Francos, fue el primero en hablar en los medios. No le habían bajado la línea comunicacional y cuando le preguntaron por Caputo, minimizó el papelón. En las siguientes entrevistas, adoptó el cassette. Planteó que el estratega se metió en el reportaje “por una estupidez”. “Santiago habrá aprendido una lección: que nadie es súperpoderoso, que todas las cosas tienen sus límites”, abundó.

¿Habrán aprovechado los funcionarios esa luz verde para castigar al asesor presidencial para decir las cosas que tenían in péctore? Tensiones en la cúpula del Gobierno hay y son más viejas que el gaffe de la entrevista a Todo Noticias. Para el Gobierno, por ahora, el caso $LIBRA es una crisis coyuntural. Y es una prueba de fuego, que puede afianzar los vínculos o cambiar el sistema de lealtades.

Por lo pronto, no está previsto ningún protocolo formal para cuidar las audiencias oficiales que tiene Javier Milei y “mejorar los filtros” de quienes pueden llegar a él. No se habla de que intervenga la SIDE, sino de mejorar el Google. El portal TN.com contó que el Presidente tendría dos teléfonos, uno muy accesible y otro al que tienen acceso unas 20 personas. La “muralla” de la que habló el jefe del Estado seguirá siendo la misma, Karina, la secretaria General de la Presidencia y custodia de su agenda.

La funcionaria, además, tendrá mayor presencia en la Casa Rosada. Además de al vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, mudará a otros dos funcionarios de segundo nivel con sus equipos y dispondrá de más oficinas para su staff.

Hacia el final de la semana el Gobierno acumuló una serie de triunfos en el Senado que llevó a la Casa Rosada una bocanada de aire fresco. En el medio, la Casa Rosada resignó el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema, que iba a ser el gran tema de la semana pero se fue yendo en fade. Santiago Caputo, que hace meses viene buscando planes A, B y C para que prosperen los pliegos al máximo tribunal, debió soltar. El oficialismo no tuvo más remedio que entregar el tema para dar un gesto de buena voluntad a la oposición frente a la sesión del jueves, donde podía aprobarse una comisión para investigar a los Milei por el caso $LIBRA.

El juez Ariel Lijo y senador Abdala durante la sesión en la comisión del SenadoMarcos Brindicci – LA NACION

Se lo vio muy activo a Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza y mano derecha de Karina Milei para los temas jurídicos, yendo y viniendo del despacho de Caputo en las horas previas a que el oficialismo bajara la sesión para votar a Lijo. Ahora, los Milei y Caputo tienen que definir los pasos a seguir con la Corte. En el Gobierno hay cierto hastío con la situación: el verano pasado, Milei había confiado en el “plan Lorenzetti” que decía que Lijo podía juntar los votos para sí y para un segundo postulante, en este caso, Manuel García-Mansilla. Pero no pasó ni una cosa ni la otra. El criptogate fue la estocada final ¿Puede el Gobierno soltarle la mano a Lijo ahora que comenzaron los problemas en los tribunales para los Milei?

En la semana se habló de reemplazar el pliego de Lijo e incluso se mencionó a una candidata mujer. Pero ahora no está tan claro. Hay quienes proponen, puertas adentro, “desinflar” el tema Corte: que el pliego de Lijo pase a las sesiones ordinarias y que García-Mansilla quede para cuando cambie la composición del Congreso, post elecciones.

Francos y Eduardo “Lule” Menem, ladero de Karina, se encerraron en el despacho del vicejefe de Interior, Lisandro Catalán, y fatigaron los teléfonos de los gobernadores el jueves al mediodía. Finalmente lograron evitar que la comisión investigadora contra los Milei en el Senado prosperara. Por primera vez en muchos días, hubo sonrisas y puños en alto en la sede de gobierno.

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