Luego de que el juez federal Luis Armella dispusiera la reapertura del predio ferial de La Salada, todo indica que el modelo de negocio con el que habitualmente operaban los puesteros hasta su clausura, el pasado 22 de mayo, ya no será el mismo.
Los estrictos controles que dispuso el magistrado como la bancarización, el registro formal de todos los feriantes y trabajadores del lugar, y hasta la presencia de veedores de la Municipalidad y de ARCA en cada uno de los predios, cambiarán la modalidad operativa que se sustentaba, sobre todo en el dinero en efectivo. A partir de ahora, solo podrán comercilizar sus productos por medio de sistemas electrónicos o tarjetas.
Otro punto que deberán tener muy en cuenta los feriantes será el de la prohibición de comercializar productos con marcas falsificadas.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Se estima que unos 48 mil feriantes vendían productos bajo esta modalidad en el gigantesco predio de Ingeniero Budge, al punto que las autoridades nacionales aseguraban que el lugar se erigía como un gran “foco de evasión impositiva”.
A partir de ahora, y con la bancarización, los feriantes se verán obligados a pagar comisiones al sistema financiero, situación que se presume incidirá sobremanera en los costos que se manejan a la hora de fabricar y vender los productos en esos predios.
Si bien buena parte de los vendedores aseguraron estar inscriptos como monotributistas, nadie duda de que las nuevas exigencias marcarán un antes y un después en la comercialización en las ferias Ocean, Urkupiña y Punta Mogotes.
Así y todo, la decisión judicial fue celebrada por el Sindicato de Trabajadores de Ferias, que había solicitado el levantamiento de la clausura para preservar los cerca de 150 mil empleos directos e indirectos vinculados a la feria.
De todos modos, por estas horas, la incertidumbre reinaba en cercanías de las ferias ya que la fiscal Cecilia Incardona, a cargo de la reapertura formal de las ferias, aún no determinó la fecha para levantar las persianas.
La causa. Como se recordará, el predio ferial, ubicado en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, estaba clausurado desde el pasado 22 de mayo en el marco de una megacausa judicial por lavado de dinero, evasión fiscal y asociación ilícita.
A raíz de este procedimiento, Jorge Castillo, conocido como “el rey de La Salada”, continúa detenido junto a otros implicados, mientras que uno de los acusados, Enrique Antequera, continúa prófugo. En los casi sesenta allanamientos que realizó la Justicia, se incautaron 26 vehículos, dos embarcaciones y 13 propiedades.
La Salada aparece en el informe sobre los mercados más importantes de falsificación y piratería en el mundo, confeccionado por la Secretaría de Comercio de Estados Unidos, en el cual se advirtió que en los últimos años se masificaron los tours de compras desde Brasil y Uruguay para realizar transacciones en ese predio.