Los detalles a veces son reveladores. El domingo, en el búnker de la derrota, Javier Milei saludó a los funcionarios que lo acompañaban después de dar su discurso. Abrazó a su hermana Karina, al asesor estrella Santiago Caputo y a los ministros Federico Sturzenegger, Patricia Bullrich, Luis Petri y Mario Lugones. Pero cuando le llegó el turno al titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, no hubo abrazo, sino apenas un apretón de manos. El Presidente ni siquiera lo miró mientras lo saludaba, como al pasar, de esa forma tan fría.
La lectura es obvia: Menem está entre los señalados por la paliza electoral, según quienes no lo quieren demasiado al riojano. También comparte esa condición su primo “Lule”, mano derecha de Karina Milei en la Secretaría General de la Presidencia. Sucede que los dos Menem son parte imprescindible del escándalo de las coimas del 3 por ciento que destaparon los audios del ex titular de la Andis, Diego Spagnuolo. Uno, “Lule”, habría fungido como recaudador clandestino entre los laboratorios que tienen contrato con el Estado. El otro, Martín, sería el nexo con la droguería Suizo Argentina a tavés de la cual se canalizaban los supuestos sobornos que terminaban, según Spagnuolo, en manos de la mismísima hermana del Presidente.
La ecuación entonces indica que, como Milei no puede prescindir de Karina -la dependencia psicológica es total-, se la agarra con los Menem. ¿Podrían terminar siendo los fusibles para descomprimir la difícil situación que combina un escándalo de corrupción con un mazazo inédito sufrido en las urnas? De alguna manera hay que salir adelante, y ahí aparecen esos dos primos expiatorios a los que señala el consultor “Santi” Caputo, el rival de Karina en la inerna del Triángulo de Hierro.
En el anuncio de la nueva «mesa política» del Gobierno realizado el lunes después de la elección, la secretaria general de la Presidencia, sin embargo, rescató a Martín por más que haya marginado a «Lule». Y diluyó la influencia de Caputo llenando ese cónclave con más funcionarios, entre ellos Patricia Bullrich, el vocero Manuel Adorni y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Todos de su lado.
Desde su lado también disparan con munición gruesa. Cerca de la hermana presidencial apuntan contra un soldado de la tropa digital de Caputo, “El Gordo Dan”, por sus desafortunados comentarios sobre Luis Juez y su hija con discapacidad a solo horas de las elecciones en la Provincia. “El Gordo Dan”, líder de los trolls libertarios, escribió cosas irreproducibles -el que quiera, puede consultar su cuenta de X- sobre Juez y su hija después de que el aliado cordobés del Gobierno sumara su voto en el Senado para tumbar el veto de Milei a la emergencia en Discapacidad. Esos comentarios se hicieron virales en las redes y los medios y dispararon las comparaciones entre el troll de Caputo y el cajón de Herminio Iglesias que significó la derrota del peronismo contra Raúl Alfonsín en las elecciones de 1983. La propia Karina se solidarizó con Juez después de la afrenta y lo llamó por teléfono, que es lo que hace cuando quiere desautorizar a alguien, en este caso, Caputo y su patotero digital. También Guillermo Francos cruzó al “Gordo Dan” antes de las elecciones para dejar en claro que no formaba parte del Gobierno (solo es accionista y conductor del streaming libertario Carajo, regado con abundante pauta oficial).
Entonces, si Caputo apunta contra los Menem para esmerilar a Karina, la hermana a su vez se ensaña con los cibermilitantes del asesor.
“El Gordo Dan” acaba de hacer algo más que colmó la paciencia de la secretaria general. Tras la dura derrota, usó sus redes para darle indicaciones sobre qué hacer al Presidente. “DT, ordene YA el equipo. Acá seguiremos bancando hasta el final. Pero ordene YA el equipo”, lo conminó.
Y no contento con eso, posteó una foto del adversario de Caputo en la interna, el armador bonaerense Sebastián Pareja, otro soldado de Karina y de “Lule” Menem. En la imagen, Pareja aparecía al lado de Ramón “El Nene” Vera, también definido como “casta” y peronista por los puristas caputistas.
“Esto no se puede permitir nunca más”, levantó su dedo “El Gordo Dan” en contra de los armadores de la hermana presidencial. Caputo, claro, coincide.
En la última reunión de la mesa chica de campaña antes de las elecciones, con Karina como moderadora, Pareja le recriminó a Caputo que no estuviera ayudando en la tarea de buscar fiscales que permitieran hacerle frente al aparato del peronismo. La respuesta del asesor solo generó más bronca: ¿por qué debía él ocuparse de eso si en las listas no figuraba ningún candidato de los suyos? La hermana hizo un esfuerzo para no gritarle.
El clima está caldeado en el Gobierno y Milei, quien en teoría es quien debería conducir y contener, no muestra los reflejos necesarios.
El país lo está observado para saber cómo sigue esto.