El expresidente Mauricio Macri habló del aumento a los senadores y felicitó al Pro, que no acompañó el proyecto votado por la mayoría. El ex jefe de Estado, en sintonía con Javier Milei, criticó el aumento de las dietas que se aprobó hoy a mano alzada y sin debate. Dijo, en su cuenta oficial de X, que este momento “tan delicado”, “nos tiene que encontrar unidos”.
Milei, tras la votación, sostuvo: “Así se mueve la casta”. El proyecto fue rechazado por LLA y por el Pro, cada uno con 7 senadores. Pero nadie lo cuestionó en público. La vicepresidenta Victoria Villarruel se despegó del incremento. “No soy senadora, no puedo interferir”, dijo. La jefa de la Cámara Alta, que acompañó a Milei en la fórmula que los llevó al poder en diciembre, había defendido en público los incrementos y mostrado su disconformidad con la decisión del Ejecutivo de obligar a las Cámaras a dar marcha atrás.
Hoy, aclaró que como titular del Senado no puede interferir en el proceso, ni evitarlo. Villarruel también había destacado que no haría del Senado una suerte de “escribanía”, para marcar distancia con Cristina Kirchner, a quien muchos opositores la acusaban de usar el Senado como un trámite más. Tal como publicó LA NACION, actualmente, los senadores perciben una dieta de aproximadamente 1,7 millones de pesos. Con el incremento planteado en la resolución aprobada podrían empezar a percibir alrededor de 4 millones de pesos en mano. A partir de ahora, cada senador tendrá una retribución de 13 dietas anuales, una por mes más un adicional correspondiente al aguinaldo. Cada dieta representa 2500 módulos, equivalente a algo más de $1802, sumado a un adicional de 1000 módulos por gastos de representación y otros 500 por desarraigo.
Tras la polémica que se desató cuando se conoció el aumento del 29,92% otorgado en febrero por Villarruel y su par de Diputados, Martín Menem, la vicepresidenta se despegó del relato libertario. Ante el tirón de orejas del Presidente y una rápida respuesta del titular de la Cámara baja, Villarruel manifestó públicamente su desacuerdo con el pedido de Milei y consideró que debería ser una decisión de los propios senadores. Si bien intentó resistir la contramarcha, debió ceder ante la presión pública y ante la necesidad de no confrontar con el primer mandatario.
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LA NACION