Cada año se acrecienta el número de animales que se encuentran perdidos en la vía pública. Al estar en la intemperie, dichas mascotas sufren el desarraigo o la crueldad del humano que decidió abandonarlo. Esta circunstancia los expone y el instinto de supervivencia es lo que los mantiene con vida.
En el caso de los gatos, que alguna vez fueron domesticados, el caso empeora al estar acostumbrado a una vida totalmente diferente. Como primera medida, el felino buscará un refugio, por ejemplo, debajo de un coche para sentirse seguro ante la posibilidad que otro de su especie quiera atacarlo y así transcurrirán sus días hasta que una persona pueda socorrerlo.
Aunque parezca una tarea sencilla desde lo dialéctico, el hecho de rescatar a un gato reúne una serie de pasos que, al cumplirse a rajatabla, hará que el felino te tenga confianza. Según el sitio de Fundación Silvestre, un gato que fue abandonado obedece a ciertos patrones como ser dócil y dejarse tocar; emite un maullido de desespero cuando le hablas y, por último, cuando el humano le acerca su mano tratará de olfatearla.
El siguiente paso será ver si el gato tiene un collar de identificación, un método que suelen emplear las personas con este tipo de animales que suelen escaparse por techos o lugares abiertos. En caso de que no lo tenga, habrá que generar un ambiente propicio para que el felino se sienta cómodo y quiera irse con la persona que lo encontró, como por ejemplo, alcanzarle un recipiente con comida y otro con agua para que se alimente y vaya ganando confianza.
A su vez, como parte del mismo proceso, se deberá tener una caja transportadora para que el animal ingrese a la misma y sea trasladado, de inmediato, a un veterinario que examinará cómo es su estado de salud y los pasos a seguir para cuidar la integridad física del animal.
Una vez que se determine la salud del gato y que no necesite ningún tratamiento de urgencia, la decisión estará en el rescatista de quedárselo o de buscar una sociedad protectora de animales o refugios que puedan hacerse cargo de él para darle alimento, vacunas y todo lo necesario para que se sienta en compañía.
La salud del animal es una cuestión primordial a tener en cuenta. El hecho de rescatar a un gato o adoptarlo de un refugio reúne una serie de pasos en su etapa de desarrollo. Uno de los puntos importantes es la esterilización del felino.
El proceso de esterilización mantiene los órganos vitales del gato y es importante para su crecimiento. LA NACION se contactó con el veterinario Sebastián Robledo (M.P 655) quien deslizó que la edad más adecuada para este proceso es entre los cinco y seis meses.
“Se recomienda hacer un examen clínico con un veterinario, quien determinará si hay que realizar otros estudios complementarios como análisis de sangre y cardíacos”, explicó el profesional sobre los exámenes pre quirúrgicos.
En esa misma línea, cerró sobre los cuidados a tener en cuenta y cuál es el proceso ideal en este caso particular: “En el examen vemos el estado corporal, su masa muscular, tener una entrevista con el dueño para saber en qué ámbito se desarrolla el gato si está en un departamento o en una casa con acceso al aire libre; a su vez también incide si se lo adoptó de un refugio, si pasó alguna necesidad o si bien se encuentra en un buen estado con sus vacunas al día”, cerró.
LA NACION