“Yo metí el puntapié inicial, ahora hay que dejar rodar la pelota”. Javier Milei apeló a una respuesta futbolera para dejar en claro que prefiere no adelantarse a sacar conclusiones respecto a cómo será el trámite del Presupuesto 2025 que presentó este domingo en el Congreso.
Admite el Gobierno que la importancia de que sea aprobado lo predispone a “negociar siempre que no se toque el déficit cero”, pero sabe que el sector más radicalizado de la oposición intentará sumar fuerzas para rechazarlo: en sintonía con su teoría con el “principio de revelación”, el Presidente cree que quienes se opongan “van a quedar expuestos” por no votarle un proyecto que considera “histórico” y ya advierte que mantendrá la misma hoja de ruta «por decreto».
Durante su exposición en el recinto de la Cámara de Diputados, Milei no dejó pasar la oportunidad de confrontar con el kirchnerismo a medida que avanzaba en los lineamientos del proyecto. El mandatario sabía que más allá del «esperable» faltazo masivo de la tropa K, un grupo de legisladores del bloque asistiría a la presentación y se ocupó de usarlos para confrontar.
También para preparar el terreno de cara a las negociaciones con los sectores no K de la oposición: la Casa Rosada plantea que les será «muy difícil de explicar» si en la ley de leyes, fundamental como señal a los mercados, terminan votando igual que la bancada de Unión por la Patria: «Tienen que decidir si son parte de la solución o acompañan a los que nos trajeron hasta acá».
«Con lo de los jubilados y el Financiamiento Educativo lo podían disimular detrás de una supuesta causa noble. No los justifica pero al menos tenían una excusa. Pero negarle el instrumento a este Gobierno para sacar a la Argentina de la decadencia sería condenatorio ante la gente que ya no se deja engañar por actitudes populistas», agregaron cerca del Presidente, donde anticipan que la predisposición a dialogar «está intacta» pero sin modificar la esencia del proyecto. El Presupuesto 2025 estima una inflación interanual del 18,3%, el dólar a $ 1.207 en diciembre de 2025 y un crecimiento del 5% del Producto Bruto Interno (PBI).
«El déficit cero y el concepto de que si se cae un ingreso se debe reducir el gasto, son innegociables», se atajan en el entorno presidencial. En el primer piso de Casa Rosada resaltan lo novedoso de atar el gasto a lo que se recauda: «Es histórico», se jactan. Con esa premisa, el Gobierno quiso aprovechar el envión de la presentación de Milei y convocó para este lunes a la mañana a una reunión de los bloques de La Libertad Avanza, sus aliados incondicionales del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y del PRO, que acompaña en las principales iniciativas y sólo se diferencia en cuestiones puntuales, como fue en el último tiempo la polémica reglamentación por decreto de la Ley de Acceso a la Información Pública.
En un encuentro que se prolongó por más de dos horas en el Salón de los Escudos, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, avanzaron en una «primera impresión» del proyecto.
Con el apoyo de la bancada macrista casi garantizado de antemano, algo que se reflejó en la cercanía de Milei con su presidente Cristian Ritondo, la idea de las espadas oficialistas es convocar luego al resto de los sectores de la oposición dialoguista, la Unión Cívica Radical, y el bloque de Miguel Angel Pichetto, Encuentro Federal.
En el objetivo de congregar a todos los sectores y aislar al kirchnerismo, Francos también fijó una audiencia con gobernadores de la que será de la partida el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, y el secretario de Interior, Lisandro Catalán. El Gobierno sabe que el apoyo de las provincias es fundamental para destrabar cualquier iniciativa. «Vamos a hacer un trabajo serio para que el kirchnerismo quede aislado», prometen en Balcarce 50.
En cualquier caso, y más allá de que advierten que «el plan B ya está» y es «readecuar las partidas por decreto, como se vino haciendo desde diciembre», el Gobierno ya planifica otra batalla discursiva con la que se siente cómodo. «Sería la primera vez en la historia que le rechazan dos presupuestos seguidos a un Presidente«, se adelantó el vocero presidencial Manuel Adorni en su primera conferencia de prensa de la semana. «Sería histórico por lo lamentable», aclaró, por si no se había entendido su ironía.