Los casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes de la iglesia católica siguen generando consternación en el país. En octubre de 2024 estalló un escándalo que hoy salpica al padre Francisco de Roux, que ejerce como presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; fue señalado de encubrir crímenes de violencia sexual perpetrados por un sacerdote.
Ocho hermanos de la familia Llano denunciaron que fueron agredidos sexualmente por el cura Darío Chavarriaga en la década de 1970 y que De Roux tenía pleno conocimiento de estos hechos, pero, presuntamente, decidió no divulgar la información para proteger la imagen de la iglesia. Solo se limitó a adelantar una investigación canónica, sin denunciar el caso ante las autoridades competentes.
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“Frente a este caso de abuso por el que me preguntas y que conocí como superior Provincial de los jesuitas en Colombia en 2014, actué con el respeto que siempre he tenido por las víctimas y tomé con todo rigor las medidas canónicas que en ese momento tenía a mi alcance para actuar con una dura sanción en justicia”, aseguró De Roux en una conversación de WhatsApp que sostuvo con el periodista Daniel Coronell.
Posteriormente, se refirió al caso, reconociendo que sus acciones no fueron suficientes para buscar la justicia y que las víctimas tienen todo el derecho a reclamar y expresar su dolor, puesto que el señalado perpetrador de los abusos falleció en 2015 y no fue posible ponerlo ante la justicia colombiana para que se determinara su culpabilidad.
“Yo había quedado convencido de que el procedimiento de escucha de ellos como víctimas y la investigación rigurosa y los pasos físicos y finalmente, la sentencia dentro de las normas que yo tenía del Derecho Canónico, eran suficientes. Y también había quedado convencido de la aceptación de la familia en ese momento, a pesar de lo devastador que era para ellos todo esto”, explicó el sacerdote.
Sin embargo, ahora la Fiscalía General de la Nación puso la lupa sobre De Roux por encubrir casos de abuso sexual. Fuentes del ente acusador confirmaron a Infobae Colombia que un fiscal de Ley 600, que está investigando a un sacerdote (cuyo nombre no fue revelado) por la posible comisión de actos sexuales, compulsó copias para que se investigue al presidente de la Comisión de la Verdad por los delitos de favorecimiento y omisión de denuncia de particular.
De acuerdo con el Código Penal, el primer delito se presenta cuando una persona tiene pleno conocimiento de que alguien cometió una conducta punible y ayuda a eludir las acciones de las autoridades o a entorpecer las investigaciones al respecto. El segundo, se presenta cuando una persona sabe de la comisión de determinados delitos, entre los cuales están los que son contra la libertad, integridad y formación sexuales contra menores de edad, y decide, sin justa causa, abstenerse de informar de inmediato a la autoridad.
Según informó la Fiscalía, se está a la espera de que se defina por reparto el despacho que se hará cargo de la investigación.
La familia Llano, por su parte, se ha centrado en denunciar públicamente y ante la Fiscalía a quienes no hicieron nada por denunciar los casos de abuso ante las autoridades, como correspondía, amparándose en el secreto pontificio, con el que se busca proteger información sensible sobre la iglesia.
Luis Fernando Llano, una de las víctimas, contó en entre vista con Hacia El Umbral las agresiones sexuales que sufrió, perpetradas por Chavarriaga, y que fueron encubiertas.
“Él era nuestro líder máximo. Lo teníamos más presente que al rector. En un viaje a Jamundí, en los ochenta, él tenía los equipos más modernos y todos nos turnábamos para poder dormir en su carpa. Me tocó. Me desperté a las seis de la mañana y me estaba masturbando. No sabía qué hacer, yo tenía once años. Encontré una estrategia: me di la vuelta, me hice el dormido”, relató.