El gobierno quedó en shock por la filtración de la entrevista sin editar que Jony Viale le hizo a Javier Milei, porque desnudó la censura que le aplicó Santiago Caputo para evitarle complicaciones judiciales al presidente.
Durante todo el martes circularon explicaciones que incluso sugirieron un boicot de Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín, al gobierno. Los propios libertarios, en voz de la diputada Lilia Lemoine y los trolls, abonaron esa teoría conspirativa.
Desde TN se llegaron a correr versiones que indicaban que el gobierno había estado a cargo de la filmación de la nota y que desde la Rosada habían enviado el material «crudo» al canal. Eso sugería una grave censura previa, prohibida por el artículo 14 de la Constitución Nacional.
La renuncia de Juan Fernando Vailati, responsable del Youtube de TN, alimentó las versiones de una caza de brujas en el canal. Sin embargo, fuentes al tanto de lo sucedido dijeron a LPO que el material crudo era de TN y que fue un error humano lo que desembocó en el escándalo.
En vez de subir a Youtube el material editado que se emitió en TN a las 20, se compartió el material crudo que incluía la entrevista sin recortes y con la interrupción de Caputo.
«Por el apuro para subir el editado al mismo tiempo que la nota en vivo, trabaron sobre el crudo», explicaron las fuentes. Vailati no creyó que hubiera errores en los timecodes que habían chequeado con anterioridad y avanzó con la publicación del video. Por eso luego presentó la renuncia para hacerse cargo del error. Aunque el periodista de Clarín, Alejandro Alfie, aseguró que Vailati sigue en su puesto.
El silencio del propio Viale hasta bien entrada la tarde y su faltazo al programa diario que tiene en Radio Rivadavia le aportaron morbo a la situación. Viale apareció en un momento de la tarde para hablar telefónicamente con el staff de su propio programa y calificó la situación como «una cagada total» de Caputo y de Milei.
El periodista fue vilipendiado por sus propios compañeros de emisora, como Cristina Pérez, que cuestionaron el «arreglo» de notas con presidentes. «Santiago Caputo llamó para pedirme disculpas», dijo Viale.