Con la resolución 231/ 2025¹ publicada el pasado 3 de junio en el boletín oficial, el gobierno nacional se dispone en principio a prorrogar la concesión de Hidroeléctrica Futaleufú SA, (HFSA) empresa controlada por el grupo empresario Aluar, por 90 días con la posibilidad de extenderla por un año y con la estrategia de abrir un nuevo periodo de concesión, tal como sucede con otras centrales hidroeléctricas, según afirmó el propio Guillermo Francos. Además, de invitar a la provincia de Chubut a designar un representante para la etapa de transición.
El próximo 15 de junio, habrán pasado 30 años, desde que en 1995 en el gobierno de Carlos Menem, la empresa Aluar, tomó posesión del complejo hidroeléctrico Futaleufú, ubicado en la cordillera chubutense dentro del Parque Nacional Los Alerces, y a escasos kilómetros del pueblo de Trevelin. Una obra faraónica que terminó por crear un embalse de 9200 ha, y una central hidroeléctrica, que en la actualidad cuenta con una capacidad instalada de 560 MW. El paquete accionario de HFSA hoy está conformado por el 60,2% en manos de Aluar, el 33,51% por la provincia del Chubut y un 6,29% por otros.² Con ganancias en el orden de los $6.036 millones a marzo de 2024.³
La hidroeléctrica en manos de Aluar no es un activo aislado, sino que forma parte de la esencia extractivista que domina la provincia de Chubut, es decir, constituye un bien estratégico como es la energía, producida gracias al agua de nuestro territorio, puesto al servicio de las corporaciones.
Aluar posee paralelamente acciones no solo en la generación, sino en el transporte de la energía producida, que cruza literalmente de la cordillera al mar, por líneas de infraestructura eléctrica que el propio Estado construyó y también concesionó, a lo que se suma, como si fuera poco, la obtención de una tarifa preferencial, con menor valor a aquellas que pagan las cooperativas.
Fue inaugurada por el genocida Videla en 1978, formando parte del grupo de empresas que estatizaron deuda por U$D 23.000 millones, de los cuales le corresponden 163 millones de USD⁴. El embalse se construyó a partir de la inundación de cuatro lagos e implicó el desalojo de antiguos pobladores. Son estas, de conjunto, las condiciones estructurales con las que Aluar se convirtió en la mayor productora de aluminio de Latinoamérica.
Como contraposición a las condiciones para Aluar, y después de 30 años de explotación de la central hidroeléctrica, el pueblo no obtiene ningún beneficio significativo. No hay tarifa preferencial de energía, ni siquiera para las comunidades cercanas, y a pesar de cruzar 600km las líneas de tensión, aún existen pueblos que continúan con generación eléctrica a combustión acentuando la falta de desarrollo de comunidades enteras, y el conjunto del pueblo trabajador chubutense paga la energía a precios exorbitantes y sufre recurrentes tarifazos.
En estas condiciones desfavorable para el pueblo, el gobierno nacional en su resolución determina a solo días de la finalización del contrato de concesión, la extensión de la concesión por 90 días prorrogable a un año, invitando a la provincia a designar un representante para la transición, planteando que en este plazo la concesionaria debe mantener la operación de la hidroeléctrica. Ninguna sorpresa del gobierno libertario.
Debates de fondo, la propiedad de la Energía
La energía, como todo bien, en el sistema capitalista está mercantilizada. Presa de las lógicas de acumulación de ganancia privada perpetua por parte de este, que siempre pretende extraer más para ampliar la reproducción de capital. Esa lógica irracional de crecer indefinidamente en un mundo finito con el centro puesto en la mera acumulación de ganancia privada a costa de lo que sea, ubica el control de las fuentes de energía, en cualquiera de sus formas, como eje estratégico. E indefectiblemente produce conflictos sociales, lógicamente, porque los pueblos y las corporaciones tenemos intereses contrapuestos.
Chubut no escapa a esa lógica, a esas contradicciones de intereses, intrínsecas al sistema capitalista. Por eso la discusión de la propiedad de energía, de sus fuentes y de los bienes comunes, a qué fines se destinan, quiénes y cómo deciden sobre esta estrategia para la propia reproducción de la vida, es una cuestión de fondo.
En la discusión de la Hidroeléctrica Futaleufú, si no cambia esta lógica, no vamos a un escenario racional de transición, como se trata de instalar con el último proyecto de ley aprobado por la legislatura provincial, sino a uno de mayor expansión, donde la voracidad de explotación de los bienes naturales para obtener energía como commoditie no tiene fin, y donde siempre ganan solo las corporaciones y sus cómplices.
Ejemplo de esto es la reconversión de la cuenca de Cerro Dragón, en manos de Pan American Energy, de hidrocarburos convencional a no convencional, otorgando a la vieja y conocida corporación la explotación del área hasta el año 2047 y bajando las regalías en 3 puntos, para ser “competitivos”. No hay posibilidad de pensar ninguna transición energética, en acceso asequible e igualitario, cuando las corporaciones operan como dueñas de nuestros bienes comunes.
El diagnóstico energético de Chubut es contundente. Una provincia que produce energía hidráulica, térmica y eólica para más de 2 millones de habitantes⁵, tiene comunidades enteras aisladas de la red eléctrica, condicionadas a la prestación por intermedio de motores a combustión, incluso con una obra de infraestructura que cruza toda la provincia pero incapaz de resolver las necesidades de estos pueblos. La provincia cuenta con sólo 600 mil habitantes, pero sometidos a tarifas inaccesibles prácticamente al lado de una hidroeléctrica que tiene ganancias por $6.000 millones, con obras que se construyeron con el esfuerzo del pueblo trabajador en su conjunto. Mantener esta lógica es irracional, incompatible con las necesidades sociales mayoritarias.
Por eso los proyectos de ley de los partidos tradicionales, como el recientemente aprobado y denominado como ley de Política Electroenergética provincial, no pretenden cambiar esa la lógica de renta, que estructura la desigualdad y la dependencia de la provincia a los intereses de unos pocos. Sino que pretenden cambiar de manos la administración del negocio. En palabras de Marx: “el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”.
Una salida ecosocialista
En apenas unos días finaliza la concesión de Hidroeléctrica Futaleufú. Es una gran oportunidad para poner en discusión: ¿producción de energía sobre el río Futaleufú al servicio de las comunidades y el pueblo trabajador de la provincia y el país o de las corporaciones? Es una oportunidad para pensar qué transición energética queremos empezar a transitar, si es la que nos venden falsamente desde el poder, de la mano de las corporaciones que nos saquean desde hace décadas o es construyendo una transición real, con premisas ecosociales que tengan en cuenta la naturaleza y a los trabajadores en relación recíproca, con participación real de las comunidades en la toma de decisiones e incluso con la gestión de los propios trabajadores en los recursos estratégicos.
Esto parte de una premisa opuesta al paradigma que establecen los partidos tradicionales de: “la gobernanza de la eficiencia energética, entendiendo como tal la capacidad de la provincia del Chubut de usufructuar el producto de la explotación de sus recursos naturales con potencial energético”⁶; Es necesario desarrollar un plan energético en el que esta sea entendida como bien social, como derecho humano básico, y no como una renta administrada por los mismos que nos trajeron hasta acá. Eso solo puede desarrollarse en el marco de un proceso de movilización y autoorganización con protagonismo del pueblo que vive de su trabajo, que tenga como idea-fuerza de un programa de ruptura anticapitalista: agua y energía para los pueblos, no para las corporaciones.
Hernan Mondino, brigadista y delegado ATE Parque Nacional Los Alerces
- https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/326365/20250603²https://www.chfutaleufu.com.ar/
- https://www.cnv.gov.ar/SitioWeb/Empresas/Empresa/30522780606?fdesde=08/06/21 – Estados contables, CNV-
- CAUSA N° 14.467, CARATULADA “OLMOS, ALEJANDRO S/DENUNCIA” EXPTE n° 7.723/98.
- En Exposición de motivos del Proyecto de Ley provincial 47/25 posteriormente sancionada como Ley I n°815.
- Ídem.