Alex Caniggia y Melody Luz celebraron el segundo cumpleaños de su hija Venezia con una fiesta a puro color, emoción y también con un mensaje picante: “A la gilada ni cabida”. Así lo dejó bien claro el mediático al compartir en redes postales del evento que se realizó en un exclusivo restaurante de Puerto Madero.
A este evento asistieron amigos íntimos, Claudio Paul “El Pájaro” Caniggia y Sofía Bonelli. Pero hubo una ausencia notoria: la de Charlotte Caniggia, hermana melliza de Alex. Decorado con temática de Minnie Mouse, el lugar se llenó de globos, una mesa dulce soñada y un pelotero donde los más chicos se divirtieron durante horas.
Incluso estuvo presente el personaje infantil Plim Plim, que animó la tarde con música, juegos y bailes. Sin embargo, más allá del ambiente infantil, lo que más llamó la atención fue que por primera vez los padres mostraron el rostro completo de su hija en redes sociales.
Hasta ahora, habían optado por proteger su imagen, pero este evento fue la excepción. Las fotos del festejo retratan un clima de unión familiar… aunque recortado. A pesar de la historia de cercanía entre Charlotte y Alex, la influencer no fue invitada.
Según trascendió, semanas atrás Charlotte y Melody habrían tenido un fuerte cruce, lo que habría llevado a Alex a tomar postura por su pareja: “La familia más unida que nunca. Nosotros y nadie más. A la gilada ni cabida”, escribió el ganador de El Hotel de los Famosos, dejando entrever que no hay vuelta atrás.
El mensaje no solo apuntó a su hermana, sino también a su madre, Mariana Nannis, con quien mantiene una relación completamente quebrada. En un posteo reciente, Alex fue aún más directo: “No opinen de la pareja de vuestros hermanos o familiares. Si te cae mal, mala suerte. Vos no tenés por qué meterte. Es su vida, es su amor”.
Fiel a su estilo frontal, Caniggia dejó en claro que no tolera intromisiones y que su prioridad es su núcleo familiar con Melody y su hija. La fiesta de Venezia fue un momento especial no solo por el festejo infantil, sino porque se consolidó como una postal del nuevo clan Caniggia, lejos de la exposición mediática y los escándalos del pasado.