En España y el resto de países que componen la región mediterránea, el «oro líquido» es un ingrediente básico de nuestra gastronomía: la presencia autóctona de olivos y su explotación a lo largo de los siglos ha hecho de este elemento un bien fundamental en nuestro día a día, además de un activo muy valioso con el que comerciar con el resto del mundo.
Una de las ventajas de vivir en España es que el precio del aceite de oliva, y muy a pesar de la inflación, es inferior al del resto del mundo. Además, las regulaciones de nuestro país hacen que las empresas encuentren más dificultades para distribuir aceites adulterados o mezclados con otros aceites vegetales.
Sin ir más lejos, este año han estallado varias polémicas al respecto: en marzo de 2023 la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud (SES) retiró nueve marcas adulteradas de aceite de oliva; mientras que en mayo de 2023, la empresa Acesur anunciaba la retirada de la famosa marca ‘La Andaluza’ por mezclar aceites elaborados con distintas materias primas y mezclándolos fuera de España.
El mejor aceite de España, hecho en Córdoba
El pasado 2020, el certamen NYIOOC World Olive Oil Competition consideró al Olisone Almazara Olivar Tradicional como el mejor aceite de oliva virgen extra de España.
Esta marca de aceite, seleccionada como una de las mejores del mundo, acaba de llegar a una de las principales cadenas de distribución de alimentación que operan en España: la alemana Lidl.
En los supermercados de esta compañía, podemos encontrar el Olisone Almazara Olivar Tradicional al irresistible precio de 5,99€ la botella de 500 mililitros.
Desde el portal Sabor Gourmet, explican que la gran ventaja competitiva de este aceite es su tratamiento tradicional y el método de recolección de la uva.